El pasado viernes continuamos con el módulo de Mi Experiencia Dirigiendo Personas en el Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones (MDPO). En esta ocasión contamos con la presencia de Amaia Otaola Martínez, socia de RRHH en PwC. A su vez, vino acompañada de dos Alumni del MDPO, Elisa Palau León y Aitana Mendicute Alza, quienes pasaron a formar parte del equipo People & Organisation una vez finalizado el máster.
La vitalidad y cercanía de Amaia marcaron el tono de la sesión. Lejos de una charla impersonal y monótona, Amaia puso su experiencia a nuestra disposición abordando distintas temáticas entre las que destacaron su trayectoria profesional e interesantes consejos ligados a su carrera en PwC. Sus 18 años de carrera profesional comenzaron tras terminar la carrera de ADE en Bilbao, momento en el que recibió una oferta como becaria para realizar una Campaña de Renta en PwC. Actualmente, afirma que es una empresa que la ha visto crecer profesional y personalmente, donde trabaja día a día con un equipo que destaca por una gran calidad humana.
A partir de su propia experiencia laboral, Amaia nos explicó tres claves para tener una carrera profesional exitosa:
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“Disfrutad de todo lo que hagáis”: recalcó la importancia de participar con ilusión, pasión y entusiasmo, en todas aquellas actividades en las que nos viésemos implicados. En el ámbito laboral, nos veríamos ante grandes retos que nos inspirarían miedo e incertidumbre. Nos invitó a interpretar estos retos como grandes oportunidades de crecimiento personal y profesional.
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“Tenéis que ser tremendamente inquietos”: nos animó a seguir alimentando nuestra inquietud personal y a seguir formándonos de manera continua. Ligado al aprendizaje, enfatizó la buena costumbre de dar nuestra opinión independientemente de nuestra experiencia, contando con argumentos sólidos y una actitud curiosa. Explicó cómo en PwC las ideas de las nuevas generaciones les permitían enriquecer su visión.
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“Sed buenos compañeros”: fue presentado como el consejo más importante, pues hacía alusión a un valor compartido por la Universidad de Navarra y PwC, que era vital para un buen desempeño profesional. Ayudarse y apoyarse en los compañeros de equipo nos permitiría hacer frente a las dificultades que próximamente encontraríamos al pasar a formar parte de una organización. Un trabajo codo con codo, sería la puerta para fomentar nuestro desarrollo y para sentirnos parte de la organización en la que trabajamos.
Posteriormente, nuestras compañeras Aitana y Elisa nos tranquilizaron respecto a nuestro futuro cercano. Después de todo, ellas también sintieron la presión de su inminente salida al mundo laboral. El entorno dinámico de PwC enseguida las cautivó, pues la gran variedad de proyectos requería de su compromiso, recompensado por un aprendizaje constante y la pertenencia a una firma de renombre. Tal y como Amaia comentaría más adelante: “PwC es una firma que cuida mucho de su gente, tú das y la firma te lo devuelve”. Las vivencias de nuestras compañeras demostraban la coherencia de esta afirmación.
Los últimos minutos de la sesión tuvimos la oportunidad de plantear ciertas inquietudes a las ponentes. Inquietudes que fueron atendidas con paciencia y una amplia sonrisa. Quizá sean estos matices los que mejor hablen de la calidad humana dentro de PwC. Entre las cuestiones planteadas por la audiencia un tema recurrente fue la conciliación entre la vida profesional y la personal en este tipo de organizaciones. Amia reconoció que dicho equilibrio y la distribución del tiempo en el trabajo son algunas de las habilidades que son necesarias para trabajar en PwC. Por otro lado, la condición simultánea de Amaia como socia en PwC y madre de familia fue la mejor respuesta a la pregunta formulada.