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Cuando cuidar el talento se convierte en la mejor estrategia

En el marco del Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones (MDPO) Ignacio Castillo Díaz, Director de Talento Europa en Alsea, compartió su experiencia profesional y reflexiones sobre la gestión del talento en las organizaciones.

Con una sólida trayectoria que incluye estudios en psicología, un máster en Recursos Humanos y una beca de investigación en Harvard sobre ética y liderazgo, Castillo ha ocupado roles clave en empresas como Abbott, Deloitte y, actualmente, Alsea. Su charla ofreció una visión práctica sobre cómo las empresas pueden generar valor a través del talento, destacando estrategias concretas implementadas en Alsea.

El talento como eje estratégico

Ignacio comenzó relatando una lección clave de su etapa en Harvard: aunque buscaba demostrar que las empresas éticas eran más rentables, descubrió una realidad menos idealista pero enriquecedora desde el aprendizaje. Esta experiencia marcó su enfoque en el desarrollo del talento como una ventaja competitiva en el ámbito empresarial.

Tras casi dos décadas en Deloitte liderando proyectos de capital humano, Castillo asumió un nuevo reto en Alsea, donde actualmente lidera la estrategia de talento en Europa. Su enfoque en la propuesta de valor de la compañía como empleador se centra en tres pilares fundamentales:

  1. Cubrir los básicos: El énfasis está en garantizar condiciones laborales que promuevan el bienestar real de los colaboradores, como planificar horarios con anticipación. Solo al asegurar estos aspectos, se puede avanzar hacia otros elementos.
  2. Generar banquillo: Crear oportunidades de desarrollo profesional y movilidad interna para construir carreras a largo plazo.
  3. Digitalizar para humanizar: Aprovechar la tecnología para agilizar procesos y priorizar interacciones significativas entre líderes y equipos.

Construcción de equipos y liderazgo ético

Para Castillo, dos principios son esenciales al gestionar equipos: la confianza y la calidad percibida. La confianza constituye el pilar fundamental para construir relaciones laborales sólidas, mientras que la calidad percibida, definida como la impresión que dejamos en los demás, es clave para inspirar y motivar a los equipos.

Ignacio Castillo cerró su intervención destacando la importancia de alinear las decisiones de Recursos Humanos con los objetivos estratégicos de la empresa. Subrayó que cuidar del talento, más allá de atraerlo, es lo que marca la diferencia en cualquier organización. En definitiva, las empresas que valoran a sus colaboradores y les ofrecen oportunidades de crecimiento logran no solo resultados financieros, sino también un impacto positivo y duradero.

Agradecemos a Ignacio por compartir sus aprendizajes y perspectivas, enriqueciendo la formación de los estudiantes del MDPO.

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