Un hito en la ciudad centrado en sus conexiones vitales. Los permanentes cambios sociales, económicos, espirituales y tecnológicos estructuran y redefinen nuestro estilo de vida. Nuestra idea de hogar muta y se adapta a las nuevas tendencias. 

De aquí surge el proyecto 3 CO que aúna sistemas de coliving, cohousing y coworking. Centrándose en las conexiones generadas en él, tanto entre sus usuarios como entre la propia arquitectura y la ciudad. 

La composición del edificio favorece la creación de un hito en la ciudad, con un carácter másico y de unidad. Además, genera ricas conexiones entre sus espacios interiores y la ciudad a través de sus perforaciones; estas lo conectan, desde la lejanía, con la ciudad. 

Estos son los objetivos perseguidos desde el comienzo del proyecto, alcanzados a través de la iteración de estudios volumétricos y compositivos en paralelo con el programa. 

El proyecto se sitúa dentro de la operación Mahou-Calderón de la ciudad de Madrid. Plantea una nueva volumetría que cede espacio verde en forma de plaza, beneficiando así a la urbanización general de la operación urbanística y al proyecto. La plaza genera efecto llamada hacia el acceso del edificio y ejerce de filtro con la ciudad. 

La propuesta fusiona los conceptos de coliving y cohousing, creando una célula flexible que abarca ambos sistemas. Estas unidades interaccionan mediante su unión, ampliación, intercambio y agrupación para generar diferentes tipologías que se adapten a las infinitas unidades familiares posibles.

El coliving se desarrolla en las plantas superiores alrededor un patio que vertebra el proyecto.  En las plantas inferiores, donde se desarrolla el coworking, el eje vertebrador se convierte en un ágora cubierto que recibe al usuario. El forjado que los separa genera unos grandes maceteros gracias a las grandes vigas de canto, que se alternan con grandes lucernarios. 

Estos dos amplios y ricos espacios, llenos de vegetación en el patio superior, generan visuales que interconectan todas las células habitacionales y los espacios de coworking, sin perder la distancia que nos da la independencia y la privacidad de estos.

Las plantas se organizan mediante tres pastillas. Dos rígidas y compartimentadas que albergan el grueso del programa. Y una pastilla central, flexible y abierta, donde se ubican el patio superior, el ágora inferior y los “puentes” de zonas servidoras que conectan las pastillas cerradas.  Las tres pastillas se rompen y se abren a la ciudad, generando una mayor riqueza en las visuales y mejorando la ventilación y exposición solar.

Todas las células vuelcan sus espacios comunes al patio, buscando generar ese corazón vivo en el edificio. Los espacios abiertos al patio de estas células sirven como corredores y zaguanes en invierno, y como corredores y terrazas abiertas en verano.

Buscando la unidad exterior del edificio y mejorar sus capacidades sostenibles se propone como fachada exterior una doble piel de piezas prefabricadas en forma de lamas, que filtre la radiación solar y proteja las grandes superficies acristaladas del coworking y de los dormitorios de coliving. Tras las lamas se ubica un paquete de venecianas de madera agrupadas según el módulo de 4 metros que rige todo el proyecto. Estas cuentan con tres posiciones de extensión, para poder tener un uso personalizado que organice la composición del cerramiento sin romper el orden y la unidad del proyecto.

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