El enunciado propone un Centro de Cuidados de Cáncer que sirva de apoyo a la Clínica de la Universidad de Navarra de Madrid (CUN). El edificio está inspirado en los Maggie´s Centers, centros especializados en el acompañamiento personal y psicológico del paciente de cáncer. Estos edificios, a diferencia de los hospitales, se caracterizan por contener espacios comunitarios en entornos acogedores. El proyecto se denomina el Tercer Lugar: un espacio entre el hospital y la casa.

El proyecto se sitúa en la Quinta de Torre Arias, una finca del siglo XVI que forma parte de los parques históricos más importantes de Madrid. Tiene una extensión de 17 ha y un único acceso desde la C/Alcalá. Destacan las construcciones preexistentes como el Palacio o las Caballerizas y su gran parque de atractivo arbolado. Al norte de este parque, se sitúa la CUN, la Sede de Postgrado de la Universidad de Navarra y una nueva residencia de ancianos en la C/Marquesado de Santa Marta.

El proyecto se ubica en una parcela entre el parque y el hospital en la que se propone un nuevo jardín para los estudiantes universitarios, ancianos y pacientes de la CUN. El jardín propone un nuevo acceso al parque con la introducción de nuevos caminos. 

El edificio está formado por dos volúmenes alargados, definidos por una estructura regular de madera. Los cuerpos se distinguen por su uso y grado de privacidad, buscando el contacto con la naturaleza tanto en las zonas de paso como en las de descanso, y están unidos por un atrio que contiene el acceso al edificio. 

En el volumen norte, se encuentran las salas destinadas al uso hospitalario. Los usos más públicos, como las salas de consulta, se sitúan próximos al atrio de entrada, mientras que los usos relacionados con el tratamiento de la enfermedad se sitúan en el extremo del cuerpo.

El volumen sur contiene los usos con un carácter más doméstico. En planta baja se localizan los salones Maggie’s, ofreciendo a las zonas de reunión y de encuentro una conexión fácil con el parque.

En la planta superior de este cuerpo se encuentra la zona más privada: las habitaciones de uso ocasional de los pacientes y el gimnasio para la fisioterapia, con una terraza que se asoma al exterior.

El espacio que articula los dos volúmenes es el atrio, el lugar de encuentro entre los médicos y los pacientes. La cubierta de este espacio de gran altura se caracteriza por unas vigas de gran canto que cosen las estructuras de los dos cuerpos ya descritos.

El cerramiento exterior se plantea según la orientación y el uso de cada cuerpo. La zona médica, al requerir mayor privacidad, tiene ventanas moduladas, mientras que los salones disponen de grandes ventanas correderas que facilitan el acceso directo al parque, haciendo de este la continuidad natural del edificio.

El alzado sur, enfrentado a la Quinta, es el alzado más representativo del proyecto. Por este motivo, aunque su uso tiene un carácter más doméstico, se propone una solución de pilares duplicados que responde a su situación en el parque.

El parque se plantea como un espacio en continuidad con el interior, permitiendo el contacto visual entre ambos espacios siempre. Se ha optado por mantener las vigas de sección constante en el edificio para dotar al espacio interior de uniformidad y continuidad entre sus partes.

Se plantea un sistema constructivo íntegramente de madera laminada para dar mayor calidez al edificio. La madera se emplea también en el forjado ligero de placas alveolares, los acabados de la tabiquería y las carpinterías.

En conclusión, el Tercer Lugar propone un edificio que conforma un ambiente propicio para la recuperación de los pacientes gracias a su escala humana, los materiales utilizados y su integración en el entorno natural.

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