Actas del Congreso Internacional de Bioética 1999. Bioética y dignidad en una sociedad plural
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Acto de clausura
Exmo. Sr. Rector D. José María Bastero.
Rector Magnífico de la Universidad de Navarra.
Ilustrísimos señores decanos, queridos colegas, señoras y señores:
Es para mí una satisfacción especialmente grata poder clausurar estas Jornadas Internacionales, cuyo título, Bioética y dignidad en una sociedad plural, revela la importancia de las cuestiones tratadas. Iniciativas de este estilo sirven de foro para un diálogo abierto y respetuoso entre las ciencias en un ámbito universitario, pues la Universidad tiene, entre sus más preciados fines, el de ofrecer una visión completa e integral de la persona. Así lo entendemos en la Universidad de Navarra al fomentar la organización de reuniones interdisciplinares como ésta, en la que han aportado sus conocimientos investigadores de áreas tan diferentes como la familia, el derecho, la filosofía, las ciencias biomédicas o la teología.
La interdisciplinariedad como forma de trabajo universitario no obedece a una moda más o menos pasajera, sino que se fundamenta en la convicción de que el enfoque multidisciplinar es la respuesta científica adecuada a la complejidad intrínseca de temas como los que estudia la Bioética. La manipulación genética, la eutanasia, la reproducción artificial, o la objeción de conciencia de los profesionales biomédicos, por enumerar sólo algunos de los considerados en estos días, necesitan el intercambio fecundo de los métodos y resultados de esas ciencias para que esos diferentes focos de luz iluminen las razones de nuestro criterio en el ambiente multicultural que nos depara este final de milenio.
La sociedad es cada día más consciente de la importancia de los problemas bioéticos. Por eso demanda de la Universidad una investigación profunda que, sin prejuicios científicos y sin miedo a la verdad, contribuya a clarificar situaciones que hoy aparecen confusas. La acción de determinadas instancias científicas que, por despreciar la trascendencia de la persona humana, trabajan al margen de cualquier planteamiento ético, ha contribuido a crear una cierta alarma social, pues conduce a un mundo totalmente deshumanizado. Por esta razón, resulta cada vez más necesario un correcto planteamiento de las cuestiones bioéticas como base firme sobre la que asentar una convivencia justa y pacífica en nuestra sociedad.
Por otra parte, los desafíos morales que plantean los descubrimientos científicos hacen urgente el desarrollo riguroso de una Bioética que se fundamente con solidez en la dignidad humana. Esta dignidad se ve hoy atacada desde diversas instancias por la difusión de criterios utilitaristas, cuya trágica consecuencia es la manipulación e instrumentalización de las personas, puestas al servicio de un supuesto avance científico que se sitúa por encima de las normas éticas y que desprecia el tesoro de la vida humana, que es siempre, en sí misma, sagrada e inviolable, sean cuales fueren las condiciones físicas, sociales, económicas o culturales de las personas.
Ante la dificultad de estos retos, no me queda sino animarles a proseguir en su tarea de investigación. Lo hago con ánimo optimista, convencido de que el trabajo científico riguroso y perseverante en el área interdisciplinar de la bioética es trascendental para que en nuestro mundo globalizado se reconozca y respete el incomparable valor de la vida humana.
Antes de finalizar estas palabras, deseo transmitir, en nombre de la Universidad de Navarra, la felicitación y el agradecimiento a todos los participantes, y de modo especial al Comité organizador, al que animo a que, en un futuro próximo, dé continuidad a esta iniciativa interdisciplinar tan interesante.
Muchas gracias.
Quedan clausuradas estas Jornada Internacionales de Bioética.