“El 75’9% de las personas que acuden a tratamiento por drogodependencias tienen problemas con más de una sustancia”, afirmó Gorka Moreno, psicólogo y adjunto a la dirección de Proyecto Hombre Navarra en un seminario con alumnos del Máster en Intervención Educativa y Psicólogica de la Universidad de Navarra.

El psicólogo, aportó datos de los motivos por los que personas acababan acudiendo a consulta: “En 2017 un 43% de las personas demandaban tratamiento motivados por su consumo de alcohol. Y otro 40% lo hacía por el consumo de otras sustancias como la cocaína y las anfetaminas”. Si clasificamos los datos por géneros, obtendremos que en el caso de los hombres,”la mayoría accede a tratamiento por el consumo de alcohol y cocaína”. Mientras que en el caso de las mujeres, “3 de cada 4 lo hacen por el consumo de alcohol”.

El psicólogo explicó que el consumo de alcohol es el principal reto al que se enfrenta la prevención en el consumo de drogas. “Deberíamos incluir al alcohol como una droga, y no hablar siempre del alcohol y las drogas. La ingesta de alcohol es el principal motivo de demanda de tratamiento. Generalmente, cuando se comienza con su consumo, posteriormente se empiezan a consumir otras sustancias:  Cannabis, cocaína, anfetaminas…

Durante su intervención, los alumnos plantearon al experto cuáles son los criterios para considerar a una persona como drogodependendiente. Según Moreno, “Se tiene un problema cuando existen aspectos importantes en la vida de una persona que le afectan, y se usa el consumo de sustancias como medio para dejar de sufrir este malestar”. Y añadió: “Es importante no etiquetar a las personas, sino ayudarlas a pensar y decidir cuáles son sus valores y si los están enfrentando”.

Expuestas las causas, el psicólogo abordó distintas estrategias de prevención, y el papel que la familia tiene para fomentar un estilo saludable en sus hijos:

• Fomentar recursos personales: Moreno explicó que “se ha demostrado” que trabajar desde niños en aspectos como la autoestima, el autocontrol, la toma de decisiones, habilidades sociales previenen el futuro consumo de drogas.

• Asimismo, mantener un clima cercano, establecer límites y sin llegar a ser demasiado autoritarios,  desarrollando un apoyo emocional hacia el hijo,

• Asegurarnos de dedicarles tiempo de calidad.

• Crear un entorno de confianza y diálogo entre padres e hijos, conocer las amistades con las que se mueven de manera natural (invitarlos a comer, conocer a sus padres)

• Involucrarse y participar en la escuela, conocer el tipo de actividades que se organicen en la zona donde residen.