Mikel Ostiz, doctorando del ICS, becado por la Fundación Caja Navarra para investigar en EE. UU. sobre dislexia
Su proyecto, que lleva a cabo en el Grupo ‘Mente-cerebro’, consiste en el desarrollo y evaluación de un juego para ayudar a las personas con dislexia a través del ritmo
FOTO: Manuel Castells
Mikel Ostiz, doctorando del Grupo ‘Mente-cerebro’ del Instituto Cultura y Sociedad, ha recibido una ayuda de la Convocatoria de Becas para la Excelencia de la Fundación Caja Navarra. Gracias a ella investigará en el Human Computer Interaction Institute, de la Universidad Carnegie Mellow (Pittsburg, EE. UU.), del 1 de marzo al 31 de agosto de 2018.
La suya es una de las seis concedidas en la categoría ‘Movilidad para estudios de investigación de doctorado’. A través de esta convocatoria, Fundación Caja Navarra trata de impulsar la búsqueda de la excelencia en diferentes ámbitos, así como la promoción de talentos que puedan otorgar una proyección futura importante a la Comunidad Foral de Navarra.
Concretamente, Mikel está desarrollando un videojuego que enseña a los niños a llevar el tempo para mejorar el ritmo y buscar las diferencias en las imágenes para mejorar la atención visual. Se llama ‘Jellys’ y en él se realizarán actividades en distintos “mundos” a los que viajarán los personajes, un chico o una chica exploradores. Los caracteres tendrán que encontrar y capturar los jellys, unas pequeñas criaturas gelatinosas y sonrientes.
Un ejemplo de juego para entrenar el ritmo es que los niños deben capturar los jellys golpeando la pantalla según un compás específico. Para la atención visual, los niños deberán encontrar el jelly adecuado (con los ojos abiertos o cerrados, mirando a la derecha o a la izquierda…).
Los siguientes pasos de la tesis incluyen dos evaluaciones. La primera es un estudio piloto para medir principalmente la usabilidad del juego (si es fácil e intuitivo). En mayo de 2017 se han llevado a cabo dos focus groups con sendos grupos de niños y adolescentes de la Asociación Navarra de Dislexia, uno de ellos de 9 a 11 años y otro, de 12 a 15. “Nos ha servido para recoger opiniones y experiencias”, afirma Mikel.
Posteriormente se medirá el ritmo de lectura antes y después de utilizar el juego tanto a niños con dislexia como sin ella.
Mikel Ostiz realiza este tesis gracias al Grupo ‘Mente-cerebro’ del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, el Basque Center on Cognition Brain and Language (BCBL) y la Universidad de Vic.