Cerca de 90 alumnos de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra asistieron el pasado lunes, 24 de octubre, a una sesión impartida por la profesora de la Universidad de Zaragoza, Pilar Arranz Martínez, en el Parlamento foral, y que llevó por  título: “Aprendizaje-servicio y atención a la diversidad: una oportunidad para cambiar de actitudes”.

La profesora comenzó definiendo el concepto Aprendizaje-servicio, a la vez que hizo hincapié en la idea de que sea un “servicio a la comunidad: se entiende por esto que se basa en una detección de una necesidad real”. La ponente continuó exponiendo las características y principios organizativos  a la hora de hablar de atención a la diversidad.

En este punto, Arranz reflexionó sobre la influencia que tienen las actitudes de los que van a aportar ese servicio para con los grupos en los que se detecta una necesidad. “Las actitudes son consecuencias de nuestro ambiente educativo. Tenemos un campo de representación que viene dado por nuestra biografía, lo que hemos vivido en nuestras experiencias”. Este campo, junto con la información que tenemos sobre el grupo con el que vamos a trabajar (que a veces es objetiva y, otras, viene conformada por creencias asumidas), da lugar a una actitud. Será necesario analizar los componentes que la forman (características cognitivas, emocionales y conativas) para formar una actitud de respeto y de colaboración con los grupos con los que se trabaja el aprendizaje-servicio.

“A lo largo del proyecto, la actitud va a cambiar. No lograríamos cambiar estas actitudes de la misma manera con la que se logra realizando un proyecto de Aprendizaje-servicio” - especificó la profesora. Acto seguido, insistió al alumnado: “El Aprendizaje-servicio es una óptima oportunidad para favorecer actitudes inclusivas,  de respeto, de colaboración… sería un privilegio que desarrollaran un proyecto de este tipo”. Además añadió: “El Aprendizaje-servicio tiene dos beneficiarios: el que recibe el servicio y el que lo aporta”.

El objetivo de las jornadas de Parlamento Cívico, una iniciativa que puso en marcha en 2010 el Parlamento de Navarra y el centro académico, es explicar qué caracteriza a una adecuada educación para la comunicación y la cooperación social (para la acción social), qué la motiva y colaborar en su suscitación. Los ejes sobre los que se constituye son la acción social; los conocimientos, actitudes y habilidades sociales y cívicas; y el papel que juegan la familia, la escuela, la universidad y los medios de comunicación.