¿Son la ética y la lógica disciplinas paralelas? El profesor Mariano Crespo imparte un seminario del departamento de Filosofía
03 | 02 | 2023
Cuando Aristóteles propuso en su Metafísica lo que más adelante se conocería como principio de no contradicción, estableció un sólido principio lógico. Al igual que este, la tradición filosófica ha conocido muchos principios que, sin embargo, no parecen igual de fuertes que este, como el imperativo categórico de Kant o el principio de utilidad de Bentham. ¿Qué nos quiere decir esto?
El pasado 21 de enero, Mariano Crespo, catedrático de Filosofía y director académico del Máster en Cristianismo y Cultura Contemporánea de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad, abordó esta cuestión en un seminario del departamento de Filosofía. A partir de la pregunta “¿Son la ética y la lógica disciplinas paralelas?”, el profesor Crespo expuso el pensamiento de Edmund Husserl quien, en su opinión, puede ayudar a resolver este interrogante.
“Al trazar un paralelo entre los principios de no contradicción y de utilidad puede verse que la exactitud de las leyes lógicas no parece ser compartida por las leyes éticas”, señaló el profesor. Husserl advierte esto y, a su vez, se pregunta sobre la posibilidad de que la lógica “contagie” su exactitud a la ética, tal y como explicó. De acuerdo a la definición del filósofo alemán, la lógica es una tecnología del pensar que juzga conforme a la verdad. “Si esto es así, ¿no sería posible que la ética fuese una suerte de ciencia normativa de los fines humanos? ¿Es posible una ética meramente formal así como existe una lógica meramente formal?”, cuestionó Crespo a los asistentes.
Según señaló en su intervención, la posibilidad de una ética formal no es un problema nuevo: “Husserl reconoce a Aristóteles como el padre de la lógica, puesto que inaugura esta disciplina como una preceptiva del conocimiento científico. Sin embargo, no le considera padre de la ética: le faltó buscar un paralelismo entre lógica y ética”. Tal como explica Husserl, es en la modernidad donde se empieza a buscar este paralelismo en un esfuerzo para establecer una ética a priori, para delimitar un sistema de principios absolutos y puros de la razón práctica. “Así, dichos principios podrían indicar para todo actuar humano criterios normativos en sentido absoluto. Es aquí donde se vislumbra el paralelismo con la lógica; un ejemplo de ello es el que se puede dar entre el ya mencionado principio de no contradicción desde una perspectiva ética: Si A es un valor positivo, entonces no es un valor negativo. Si es un valor negativo, entonces no es un valor positivo”, explicó el profesor Crespo. “Sin embargo, esto no implica una intercambiabilidad, puesto que existen fenómenos específicamente éticos que no tienen un paralelismo en la lógica”, añadió.
El paralelismo de la ética con la lógica es un tipo de aproximación del que Husserl se distanciará más adelante, puesto que no es suficiente para dar cuenta de la especificidad del ámbito ético. Aunque rescata de él el carácter propedéutico, porque establece el paralelismo entre los tipos fundamentales del acto, como existe entre los teóricos, volitivos o estimativos. Como afirmó el profesor, “lo interesante de la propuesta de Husserl es el descubrimiento de los actos emotivos —alegrarse, entristecerse, temer, decidir, etc— que tradicionalmente se consideran del ámbito de lo caótico, pero este tipo de investigación intenta mostrar que no son tan caóticas como aparentan. Así, se abre un estudio de la esfera emotiva y una reivindicación de este ámbito como un lugar donde existe orden”.