Encefalización y reestructuración cerebral: factores decisivos en la evolución humana
Daniel Turbón, catedrático de Antropología física de la Universidad de Barcelona, impartió un seminario para profesores en la Facultad de Ciencias
FOTO: Manuel Castells
"El aumento del tamaño del encéfalo y la reestructuración cerebral, es decir, una mayor complejidad neurológica y una repentina aceleración del desarrollo cerebral hace dos millones de años, han sido factores decisivos en la evolución del hombre". Para Daniel Turbón, antropólogo físico y catedrático de la Universidad de Barcelona, esa aceleración se produjo por unos cambios genéticos: "el descubrimiento de unos genes que intervienen en la formación del cerebro y que tienen que ver con el lenguaje y la capacidad de tomar decisiones, y que se duplicaron en el hombre y no así en los primates".
Según el experto, que fue invitado por la Facultad de Ciencias, en colaboración con el CRYF (Grupo de Investigación Ciencia, Razón y Fe), para impartir un seminario de profesores, se puede decir que los primeros humanos aparecieron hace aproximadamente dos millones de años, con el género Homo y su denominación habilis. "Éstos surgieron de antecesores bípedos de hace 4 millones de años. Destacan por su grado de encefalización (relación entre el peso del encéfalo y el del cuerpo), y por la reducción de la cabeza fetal en el momento del parto. Con los datos de que se dispone actualmente, el coeficiente de encefalización del Homo habilis es de 63.8; esto es, el 64% del coeficiente del hombre actual", subrayó.
"Éste y otros descubrimientos propiciados por la investigación genómica y por el desarrollo de la bioinformática, -añadió-, han permitido matizar las distintas fases del proceso evolutivo atendiendo más a grados de evolución, y no tanto a diferenciación por especies".
La mujer y el grupo: claves para la supervivencia
Turbón se refirió también al papel de la mujer Homo en el proceso evolutivo. En su opinión "no se explica ningún carácter por ventajoso que sea (cerebro), sin la eficacia reproductiva. La mujer sacrificó el crecimiento somático (20% respecto al varón) a fin de canalizar recursos en el esfuerzo reproductor". También el grupo humano se implicó en el cuidado y la viabilidad de sus crías, consolidando el aumento demográfico. Para el profesor, "resulta paradójico que Homo habilis se formara en un momento de cambio climático, en medio de sabanas africanas, un ambiente de enorme peligro por los predadores, lo que obliga a aceptar que los grupos humanos debieron ser muy cohesivos conductualmente e implicados en la viabilidad de sus crías; éstas cada vez más inermes a causa de un proceso de alargamiento de los periodos de crecimiento y desarrollo (hipermorfosis)".
Sin embargo, en opinión del catedrático, no hay que olvidar que, "a pesar de que los cambios morfológicos han sido determinantes en la evolución humana, lo verdaderamente peculiar del hombre es el desarrollo de la cultura, la cognición, confección y el uso de las herramientas, la comunicación mediante lenguaje hablado, la vida espiritual y artística, y la capacidad de transmitir todo esto de generación en generación".