"Estudiar en esta Universidad me supone una ayuda extraordinaria"
Testimonio de Alex Okiror, estudiante de 1º de la Licenciatura en Derecho Canónico
Los abuelos de Alex Okiror eran católicos Sus padres también lo son. Viven en la diócesis de Soroti, al este de Uganda. Tuvieron 10 hijos. Alex es el segundo. Su casa está muy cerca de la Iglesia, por lo que de siempre los sacerdotes que la atienden han entrado y salido de ella con toda naturalidad. A los 7 años Alex comunicó a sus padres que quería ser sacerdote, pero ellos se opusieron argumentándole que tenía que madurar más.
Cuando cumplió los 14 lo intentó de nuevo. Y sus padres accedieron: "nos han enseñado que en la vida tenemos que hacer lo que realmente queramos, siempre que sea bueno, claro", explica Alex. Empezó sus estudios en el año 2000, y pasados 6 años solicitó entrar en el seminario mayor. Allí cursó tres años de Filosofía y estuvo otro año entero adquiriendo experiencia pastoral.
En Uganda no hay posibilidades económicas para que un seminarista estudie fuera del país: el billete del viaje, la matrícula, la manutención son gastos demasiado grandes para que una parroquia pueda subsanarlos. Pero un día Mons. Emmanuel Obbo A.J, obispo de Soroti, le dijo que había conseguido una beca a través de una Fundación. Alex Okiror fue el primer estudiante que se marchó a Europa. "En la Universidad de Navarra la gente trabaja mucho y estudia también mucho -le comentó el obispo-; tienes que ir allí para después volver y ayudarnos a sacar adelante la Iglesia aquí", recuerda Álex.
Llegó a Pamplona el 27 de julio del año 2010. "No sabía ni una palabra de español. El ambiente en el que viví, tanto en la Universidad, como en aquel momento en el Colegio Mayor Bidasoa, es puro cristianismo: el de acoger a la gente sin saber ni siquiera quién es. Es un hijo de Dios, y eso basta. Poder estudiar en la Universidad de Navarra me supone una ayuda extraordinaria. Los profesores que dan clase aquí no solo se dedican a enseñar, sino que también nos forman para que esos conocimientos los hagamos vida", declara.
Y añade: "Quiero agradecer a los bienhechores el bien que nos hacen, porque un sacerdote necesita saber, y el gran saber es conocer a Jesucristo. Solo conociendo a Jesucristo, puede trabajar para la salvación de todos los hombres. La gran ayuda económica para nuestros estudios que nos aportan los bienhechores aunque lo recibimos nosotros, no es solo para nuestro bien, sino por el bien de todo el pueblo cristiano que está necesitado cada vez más de sacerdotes santos y sabios. Recogemos estos «regalos», pero nuestra formación es para servir a los demás", concluye.
Alex Okiror fue ordenado diácono el 22 de marzo en la Iglesia de San Nicolás de Pamplona, junto con otros 13 compañeros de promoción de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Regresó a Uganda, donde Mons. Emmanuel Obbo A. J, le ordenó sacerdote el 16 de agosto en la Catedral de Soroti. A los 4 días celebró su Primera Misa Solemne en Kidetok.
Por indicación de su obispo ha vuelto a la Universidad de Navarra: este curso 2014-15 ha empezado la licenciatura en Derecho Canónico.