"El asombro es una oportunidad para conocer, y el misterio, una oportunidad infinita para hacerlo"
Educación y Psicología organizó una sesión con Catherine L´Ecuyer, autora de los libros "Educar en el asombro" y "Educar en la realidad" durante el Alumni Weekend
Ante una audiencia de más de 200 personas compuesta por antiguos alumnos, profesionales del mundo de la educación, padres, y público en general, Catherine L´Ecuyer impartió una conferencia que llevó por título "Educar en el asombro y la belleza". La ponente, canadiense afincada en Barcelona y madre de cuatro hijos, sostuvo, siguiendo a los filósofos clásicos, que el asombro es el primer paso para el conocimiento, es una oportunidad para conocer, "el aprendizaje se origina desde dentro, es decir, que es el propio niño el que debe ser protagonista de ese aprendizaje, no las fuentes de estimulación externas; como sostienen las corrientes educativas más mecanicistas", aseguró L´Ecuyer.
La autora de los libros "Educar en el asombro" y "Educar en la realidad" y colaboradora del Grupo 'Mente-cerebro' del Instituto Cultura y Sociedad, puso en solfa las teorías de estimulación temprana y todos los negocios que existen en torno a ellas y se mostró más partidaria de la " teoría del apego", que sostiene, dicho de manera sencilla, que a la hora de tener una mejor preparación para el proceso cognitivo y un buen desarrollo de la propia personalidad, es fundamental la calidad de la relación que el niño tiene con su principal cuidador durante los primeros años de vida. Llegados a este punto, la ponente sacó a colación un ejemplo muy significativo: " ¿Sabéis cuál es la frase más repetida en los parques? Es: `Mira, mamá´, porque para conocer, los niños triangulan entre ellos, la realidad y la persona que les cuida". L´Ecuyer se mostró partidaria de la interacción interpersonal colaborativa, no de la estimulación sensorial excesiva, como clave de un desarrollo saludable.
Las consecuencias de la sobreestimulación, las consecuencias sociales del modelo mecanicista, (que consiste en ir alcanzando hitos marcados desde el exterior), la importancia del juego, la imaginación, el establecer y hacer respetar los límites, el no proporcionarles todo a los niños -"lo más eficaz para matar el asombro de un niño es darle todo antes, incluso, de que lo desee"- el respetar sus ritmos -"las prisas juegan en nuestra contra a la hora de educar"-, la importancia del silencio, o el riesgo que conlleva la "multitarea" -"las personas que hacen multitarea intensa, están enamoradas de la irrelevancia"-, fueron otros de los asuntos que se abordaron en una sesión de casi dos horas de duración con un turno de preguntas final muy participativo.