Gonzalo Herranz denuncia que los débiles sean víctimas del utilitarismo de investigadores
El especialista de la Universidad critica la "modorra ética" y cree que el ámbito biomédico debe liberarse del control de la industria sobre ensayos clínicos
"Un reto muy urgente al que se enfrenta hoy la ética de la medicina es recuperar el respeto por el ser humano, por todos los seres humanos. Los más débiles -los pobres, los embriones, los ancianos- siguen siendo víctimas del utilitarismo de muchos investigadores". Ésta es la opinión del Dr. Gonzalo Herranz, profesor del departamento de Humanidades Biomédicas de la Universidad de Navarra, que participa en el curso de Ética de la Investigación Biomédica que se celebra en el campus pamplonés.
Según este catedrático, "actualmente se considera correcto y avanzado decir que la vida de ciertos seres humanos carece de calidad y que puede ser eliminada para comodidad y beneficio de los más fuertes". Por eso, subrayó la necesidad de despertar el sentido crítico de los investigadores: "Muchos creen ciegamente en la ciencia y en la bioética que se presenta a sí misma como avanzada y 'progre', y dicen que la ciencia experimental salvará al hombre. Dan por supuesto que para resolver los problemas éticos de la medicina basta con usar la 'cajita de herramientas multiuso' de los cuatro principios. Hablan de la colonización de Marte, de hacer milagros con células embrionarias, de ampliar la inteligencia humana...". A su juicio, "ese tipo de cientifismo provoca en la gente una especie de modorra ética".
Reconocer derechos del paciente y admitir errores médicosEl Dr. Herranz, vicepresidente de la Comisión de Ética de los Médicos Europeos, opina que la ética y el derecho médicos tienen por delante un programa creativo inmenso: "Se basaría en restaurar el respeto por los débiles, dignificar las relaciones humanas en los hospitales, dar sinceridad a las cartas de derechos de los pacientes, admitir los errores médicos no como algo inevitable sino como algo de lo que hay que aprender. También se centraría en otros aspectos, como, poner límite razonable y justo al gasto médico".
Para este experto, sin embargo, la ética médica tiene hoy un balance consolador, puesto que ha corregido ya muchos abusos: "Con comités de ética comprometidos en la protección de los seres humanos no tendría que haber investigación abusiva". Pero sus miembros "también pueden sucumbir a la tentación cientifista. De este modo, han aprobado proyectos con la coartada, por ejemplo, de que la pobreza de los países del África subsahariana permite autorizar estudios que serían tenidos por criminales en EE. UU. o Europa o de que los embriones humanos no merecen el mismo respeto que los niños".
Según este profesor de la Universidad de Navarra, los mayores abusos "vienen del poder de la industria, que determina qué ensayos clínicos se hacen y cómo. Y, sobre todo, de su control sobre la publicación de los resultados de las investigaciones". En su opinión, "la ciencia resulta así muy manchada y queda sometida a intereses comerciales. Ya no es un saber puro".
En el curso sobre ética en investigación biomédica se tratan temas como el consentimiento informado, el manejo de las muestras biológicas humanas o el uso de animales en la investigación. La directora del departamento de Humanidades Biomédicas y responsable de este curso, Pilar León, destacó que "en España estamos adquiriendo conciencia de la importancia de la investigación que, además de constituir una exigencia por parte de las instituciones sanitarias, se considera un imperativo social. Los centros sanitarios y de investigación necesitan personas formadas para incluirlas en sus comités de ética y este programa aspira a cubrir esa necesidad".