"La formación para el voluntariado se plantea como una posibilidad de innovar, corregir y capacitar. El movimiento de los voluntarios se incrementa tanto por el número de personas que intervienen como por la extensión de los objetivos y de los ámbitos de actuación que se presentan. Y a la cantidad va ligada la necesidad de calidad". Es la opinión de Aurora Bernal, coordinadora de El voluntariado: educación para la participación social, un libro publicado por la editorial Ariel en el que escriben once profesores de la Universidad de Navarra.

"Estamos todavía en el principio de un proceso en el que se van apuntalando los programas de formación del voluntariado, a los que no siempre se les otorga el peso que merecen", señaló la profesora Aurora Bernal, que precisó que "por ejemplo, no deja de ser curiosa la ausencia de cuestiones sobre la formación en la guía práctica que publica la ONU para la medición del servicio voluntario".

El contenido de este libro, según explica su coordinadora, supone pensar en voz alta sobre temas que afectan directamente a los voluntarios: "Se trata de brindar una gama de reflexiones desde diversas disciplinas científicas, como la educación, la sociología, la psicología, la ética o la geografía".

En la primera parte de la obra, los profesores analizan el voluntariado como una cuestión de solidaridad. Ana Marta González (profesora de Filosofía) expone el debate que origina el movimiento de solidaridad en la sociedad civil; por otro lado, Alfredo Rodríguez (director del departamento de Educación) indaga sobre los cambios que sufre el voluntario en su tarea; y Concepción Naval (vicerrectora de Infraestructuras e Innovación Educativa) se dirige a aquellos que planean los programas educativos para los jóvenes.

En la segunda parte los docentes reflexionan sobre algunos ámbitos del voluntariado: entre otros, Felisa Peralta (departamento de Educación) analiza las dificultades y potencialidades de las personas con discapacidades; Alban d'Entremont (director del departamento de Geografía) escribe sobre el fenómeno de la inmigración; y Jordi Puig i Baguer (profesor de Zoología y Ecología) relaciona el voluntariado medioambiental con la defensa de los derechos humanos y de la libertad.

Anexo sobre el voluntariado de los jóvenes

La obra finaliza con un anexo en el que María Elena Henriques Mueller, jefa de la Unidad de Coordinación Juventud de la UNESCO, destaca cómo el voluntariado de los jóvenes es una oportunidad para que éstos puedan formarse para ser miembros activos y responsables de la sociedad y, además, presupone un aprendizaje que les sirve para su propia vida.

En este sentido, Aurora Bernal recordó que "el secretario general de la ONU ha afirmado que el apoyo que ofrece el voluntariado al intentar transformar la sociedad constituye, sobre todo, la promoción de valores como la libertad, la igualdad, la solidaridad, la tolerancia o el respeto por la naturaleza. La solidaridad impregna el cuerpo de nuestras sociedades, y el voluntariado es una -aunque no la única- de sus principales manifestaciones".