Fallece María Josefa Huarte, la coleccionista navarra que, con su donación, generó la creación del Museo
María Josefa Huarte Beaumont ha fallecido esta madrugada en su casa en Pamplona, a la edad de 87 años, rodeada del cariño de su marido y familiares.
Perteneciente a una conocida familia navarra de empresarios, que ha compaginado el compromiso con su tierra con una clara visión universal, la actividad empresarial con la preocupación social y, de manera destacada, con un marcado interés por el mundo artístico.
A lo largo de su vida, María Josefa concentró su energía y capacidades en dos grandes proyectos: la asociación navarra Nuevo Futuro y su espléndida colección de arte. En el primero, volcó todo su sentido de la solidaridad, promoviendo viviendas para niños abandonados, primero en España, pero también en países que sufrían el drama de la violencia, como Colombia y Croacia. En la colección de pintura y escultura, encauzó su especial sensibilidad artística, acompañada de un sentido de modernidad, infrecuente en su época.
Cronología2008-abril. Donación de la colección de María Josefa Huarte a la Universidad de Navarra.
2008-septiembre. Entrega del anteproyecto del edificio Museo Universidad de Navarra.
2010–septiembre. Entrega del proyecto de ejecución del Museo Universidad de Navarra.
2012-enero. Inicio de las obras del edificio.
2014-septiembre. Finalización de las obras del edificio.
2015-enero. Inauguración del Museo Universidad de Navarra
Declaraciones de Alfonso Sánchez-tabernero, rector de la Universidad con motivo del fallecimiento de María Josefa Huarte"Nos entristece hoy la noticia del fallecimiento de María Josefa Huarte, apenas dos semanas después de que Sus Majestades los Reyes inauguraran el Museo Universidad de Navarra. Se cumplía el 22 de enero de 2015 un deseo muy querido por ella: que su colección, reunida con especial gusto y sensibilidad durante décadas, permaneciera en Navarra, accesible a todos los navarros y a quienes visiten nuestro Viejo Reyno".
"En estos momentos de pesar, quiero resaltar la extraordinaria generosidad de María Josefa. Sobre cualquier otro interés legítimo, ella supo anteponer el bien que para toda la sociedad representaba que esas obras se expongan al público y sirvan para una actividad docente e investigadora en un marco universitario. Un acto más de magnanimidad en una vida jalonada de obras de servicio".
"Creo que es mi obligación como rector expresar también nuestro compromiso por hacer fecundo su legado".
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