Un equipo de investigadores crea una herramienta para medir la implementación y la fortaleza del propósito en las organizaciones

Un equipo de investigadores liderado por Álvaro Lleó, profesor de la Universidad, ha desarrollado una herramienta para medir la implantación y la fortaleza del propósito en las organizaciones. El indicador, denominado Purpose Stength Index, fue presentado en el marco de la jornada “Medir para acelerar la activación del propósito” que tuvo lugar en el campus del centro académico en Madrid y que reunió a más de 200 personas. 

En cuatro años de investigación, se han evaluado a más de 10.500 directivos y empleados de 50 empresas de once países. En el estudio han participado, además de Lleó, la profesora del IESE Nuria Chinchilla; Ángel Alloza, CEO de Corporate Excellence-Center for Reputation Leadership; Carlos Rey, presidente de la Fundación DPMC y director de la Cátedra Dirección por Misiones de la UIC; y el investigador de la Universidad de Navarra Fernando Ruiz-Pérez. 

“Gracias al Purpose Strength Model somos capaces de diagnosticar la implantación del propósito y evaluar su impacto. Con la información recopilada estamos generando un observatorio de datos para poder realizar análisis estadísticos y desarrollar conocimiento basado en evidencias sobre la implantación del propósito”, señaló Lleó.

En esta misma línea, Ángel Alloza, CEO de Corporate  Excellence - Centre for Reputation Leadership, explicó que el propósito corporativo debe ser comprendido “como el fundamento de la estrategia, aquello que explica el por qué haces lo que haces y que establece el marco de referencia que guía todas las acciones y decisiones de la organización”. El CEO de Corporate Excellence indicó que en los últimos años se ha descubierto su rol estratégico como fuente de transformación, generación de confianza y diferenciación, e indicó que el gran reto es impulsar su activación e implementación en las organizaciones: “El Purpose Strength Index nos ofrece un indicador para medir el grado de salud del propósito en las organizaciones y en base al equilibrio e intensidad de tres dimensiones clave: conocimiento, contribución e interiorización”.

Reconectar con los empleados, más necesario que nunca

Sobre la importancia del propósito en las empresas, Álvaro Lleó indicó que su potencial reside en su capacidad de generar fuertes vínculos con los distintos agentes implicados. En este sentido, apuntó que las organizaciones necesitan hoy más que nunca volver a conectar con sus empleados: “A nivel interno es crucial, ya que la sostenibilidad de una organización va a estar muy condicionada a tener empleados comprometidos y unidos entre sí. Y a nivel externo, cada vez tienen más peso los intangibles en el valor de la compañía. Que la sociedad conozca tu propósito y lo comparta es clave para aumentar el reconocimiento y la reputación”. 

Por último, Lleó también se refirió al propósito como vivencia: “La clave está en pasar de ser una organización con propósito a una que vive su propósito. La eficacia de su implantación depende de la consistencia del proceso, es decir, cómo se consigue que la gente conozca el propósito, se identifique con él y vea su día a día como una contribución a su desarrollo”. Por ello, concluyó, “cuando el propósito está implantado consistentemente, el impacto que este tiene sobre el compromiso individual y la unidad colectiva se multiplican”. 

En el evento, que contó con la colaboración de la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH), también participaron Ricard Casas, director General de Personas y Cultura de ISS; Joseba Arano Echebarria, director de Personas, Calidad y Gestión Ética, Responsable y Excelente de Calidad Pascual; Álvaro Delgado Piera, director de Recursos Humanos de Iberdrola Internacional; y Alberto Andreu, director ejecutivo del Máster en Dirección de Personas en las Organizaciones de la Universidad de Navarra.

10 conclusiones y recomendaciones prácticas

Tras analizar los resultados de las más de 50 empresas analizadas, el informe recoge las siguientes conclusiones y recomendaciones prácticas:

1. El liderazgo y la comunicación horizontal son las variables sobre las que la organización puede actuar de manera más directa.
2. Las palancas menos desarrolladas son el liderazgo distribuido y los sistemas de gestión.
3. La implantación del propósito eleva los comportamientos extra-rol de los trabajadores.
4. Compartir el propósito de la organización mejora el compromiso individual de los empleados y en la unidad colectiva entre sus miembros.
5. La estrategia es la principal palanca en la implantación del propósito. Que el propósito  guíe y marque las decisiones sobre el negocio es crucial para potenciar el sentido y la contribución de su trabajo diario.
6. La confianza condiciona notablemente el impacto que el liderazgo, los sistemas de gestión, la comunicación y la colaboración tienen en la generación de un sentido compartido. 
7. Los valores relacionales y de contribución son grandes facilitadores del propósito.
8. Cuanto mayor es la organización, más importante resulta alinear las políticas de personal con el propósito.
9. Sin propósito no hay compromiso.
10. La consistencia en la implantación del propósito multiplica más del doble el desarrollo de los comportamientos extra-rol.

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