"Aún no está en la agenda de la UE determinar la ayuda económica para reconstruir Turquía tras la catástrofe sísmica"
Melike Akkaraca, natural de este país e investigadora Marie Curie de la Universidad, afirma que "la UE no tiene capacidad de presionar a Turquía para que tome medidas preventivas de cara a futuras emergencias"
09 | 02 | 2023
“Aún no está en la agenda de la Unión Europea (UE) determinar la ayuda económica para reconstruir las ciudades afectadas por el terremoto en Turquía. Otra cuestión es si lo hará ella o los países por separado”. Así lo ha expresado Melike Akkaraca, natural de ese país e investigadora Marie Curie del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra.
Según ha explicado la experta, tras otro gran terremoto que ocurrió en el país en 1999, que dejó 17.000 muertos, “se concedieron fondos para reconstruir algunos edificios y distritos”, supeditados al control externo de las naciones que los ofrecieron. “Esta condición supuso una garantía de que los nuevos edificios cumplían con normativas sismorresistentes”, ha añadido.
Con respecto a si la UE puede presionar a Turquía para que en el futuro tome medidas para responder mejor a estas emergencias, en el contexto de las negociaciones sobre su candidatura, ha puntualizado que “este tipo de mecanismo ya no funciona puesto que ambas partes saben que la adhesión no será posible ni a corto ni a medio plazo. La UE no tiene influencia porque ya no hay un proceso de candidatura real”.
De acuerdo con la investigadora del ICS, los ingredientes de la catástrofe no solo han tenido que ver con la magnitud del seísmo: también han influido las malas condiciones del tiempo, ya que la nieve ha sido un obstáculo para la recepción de la ayuda en las zonas más afectadas; la gran densidad urbanística de las ciudades, pues la mayoría de los edificios son torres de varias plantas; la falta de cumplimiento de la normativa sismorresistente en la construcción de los edificios, incluso en hospitales; y, especialmente, la ausencia de un plan de crisis por parte de las autoridades, a pesar de que los científicos llevaban tiempo alertando de la posible amenaza.
Dos versiones en los medios de comunicación turcos
“En las primeras 20 horas no se podía acceder a la región y, como esta no se encontraba preparada ni contaba con equipos necesarios para el rescate ni la atención de los supervivientes, las personas no podían hacer nada, salvo esperar”, ha lamentado. “Tuvieron que dormir a la intemperie con temperaturas bajo cero y no contaban con acceso a alimentos”.
“Afortunadamente, aunque Turquía no forma parte de la UE, está involucrada en numerosos programas, como la red para crisis y emergencias, y eso le ha beneficiado”, ha dicho. En ese sentido, ha celebrado que ya son más de una decena los países que se han comprometido a enviar ayuda y equipos de rescate, que ya ha empezado a llegar.
Por último, la investigadora ha señalado que el gobierno turco controla los medios de comunicación, a excepción de algunos alternativos con presupuestos limitados, por lo que los ciudadanos no tienen fácil acceso a información veraz sobre qué está ocurriendo. “Los primeros tratan de mostrar que la gestión de crisis ha sido perfecta; los segundos señalan que la situación dista de estar bajo control y se esfuerzan por contar la situación real”.
La investigadora ha destacado que muchas personas turcas que viven en otros países están organizando campañas para enviar ayuda. Ella también está coordinando una desde la Universidad de Navarra con el fin de recoger alimentos, ropa y otros artículos básicos.
Melike Akkaraca desarrolla en ICS el proyecto EMOFORTE (Emociones en la política exterior de Turquía hacia la Unión Europea), que busca transformar el conocimiento actual de las condiciones sociales, políticas y culturales que subyacen bajo el cambio de la política exterior turca hacia Europa. Ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, a través de una ayuda Marie Curie.