Martín Ríos, historiador: "Hay que eliminar tanto la leyenda rosa como la negra de la Conquista de América"

La crisis diplomática entre España y México, debido a la exclusión del rey Felipe VI de la toma de posesión de la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, volvió a visibilizar el pasado septiembre un tema enquistado: la conquista de América. En este caso, México explicó que no había invitado al jefe del Estado español debido a que no respondió a la petición de disculpas que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, había cursado en 2019, por los abusos durante la Conquista. El Gobierno español calificó la situación de “inaceptable”.

Los propios términos para designar este proceso histórico -conquista, invasión, rebelión y colonización, entre otros- ya generan controversias de partida. Martín Ríos, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),  impartió en el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra el seminario ‘Miradas cruzadas sobre la conquista de la Nueva España’, donde sugirió “una actitud de sosiego y tranquilidad” para abordar el tema y recordó que “no se puede abordar el pasado con los prejuicios de nuestro presente”. En este sentido, subrayó que “debemos comprender las propias lógicas y dinámicas históricas de cada uno de los territorios, no proyectando sobre ellos visiones nacionalistas contemporáneas”. El encuentro se enmarcó en el Reto ICS 24-25 ‘Orientalismo y Occidentalismo: miradas cruzadas’.

Huir de simplificaciones y aceptar que hay interpretaciones distintas y válidas es una de las claves: “Un acontecimiento histórico puede ser leído en dos sentidos en función de quienes sean los protagonistas. El ejemplo más claro es el episodio conocido como ‘La noche triste’, en el que Hernán Cortés huyó de México”. Así, Ríos abogó por “eliminar tanto la leyenda rosa como la negra de la Conquista, y entenderla con las dinámicas y lógicas propias del siglo”.

Una importante contribución

El historiador también expuso que “América contribuyó enormemente a la constitución de la monarquía hispánica y a la construcción de la identidad española moderna contemporánea. En primer lugar, construyendo la identidad de España como una monarquía planetaria. Y, en segundo término, incorporando poblaciones de origen étnico y lingüístico distinto”.

Asimismo, “amplió la casuística jurídica a cada una de las situaciones sobre las que actuó la monarquía” y, en esta línea, “se intentó crear un marco jurídico común para todos los territorios de ultramar”. El nuevo contexto también permitió “la integración de palabras y productos procedentes del mundo americano que forman parte de la dieta de la cultura española contemporánea, como la patata, el aguacate, el tabaco, o las palabras ‘tiza’ y ‘canoa’”.

Nuevas oportunidades

Por otro lado, aunque la desinformación y las fake news también afectan a la comprensión de la Conquista de América, los canales digitales también ofrecen nuevas opciones para la transmisión del conocimiento. “Creo que se deberían escribir libros de Historia de manera mucho más asequible para el gran público, basados en el conocimiento de los debates y de las fuentes, pero aminorando el peso del aparato crítico; y también utilizar las redes sociales. Si son tan efectivas para transmitir informaciones falsas, también pueden serlo para el conocimiento, y ahí los historiadores jóvenes tienen muchas posibilidades de participación”, apuntó el profesor.

Estas iniciativas podrían contribuir a acercar posturas o cerrar heridas que continúan abiertas. Para Ríos, el principal reto es “la necesidad de un reconocimiento mutuo”: “Necesitamos dejar de lado la historia nacionalista de uno y otro siglo y reconocernos en esa historia compartida, no tanto en los siglos XVI y XVII, sino en una mucho más reciente, la de los siglos XX y XXI, cuando México recibió con los brazos abiertos al exilio republicano y apoyó la Transición española; y en la medida que España ha apoyado la integración de América Latina patrocinando las Cumbres Iberoamericanas. Una historia más palpable que afecta a los habitantes de ambos lados del Atlántico. Una relación entre pares que se pueden aportar muchísimo”.