El ISCR de la Universidad de Navarra celebró el pasado 7 de marzo su IX Jornada Teológico-Didáctica. Un centenar de profesionales de la pedagogía, profesores de religión y catequistas, venidos de distintas ciudades, se dieron cita en el IESE de Madrid para profundizar en las "Enseñanzas del papa Francisco y  aplicaciones a la educación".

La primera ponencia corrió a cargo de Gregorio Guitián, profesor de Teología Moral en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, quien habló del magisterio del Francisco en la economía a la luz de los documentos Evangelii Gaudium y Laudato si'.

Evangelii Gaudium  tiene una intención pastoral, que se corresponde a un estilo lingüístico que se caracteriza por frases vigorosas expresivas: "No a una economía que mata. No a la nueva idolatría del dinero. No podemos confiar en la mano ciega del mercado". Aunque han acusado al papa de tratar de aspectos técnicos que no tienen que ver con el Magisterio, "en la exhortación no hay nada que no se encuentre en la doctrina social de la Iglesia", afirmó el profesor Guitián.

Francisco ha hecho una valoración positiva del libre mercado, que solo da respuesta a unas necesidades que son solventables con poder adquisitivo, y hay  otras muchas que no tienen salida en el mercado: "Puedo comprar una casa, pero no un hogar; no puedo comprar el amor; el mercado no da respuesta a las necesidades de tipo espiritual", apuntó el profesor Guitián. La Evangelii Gaudium trata de dos grandes problemas relacionados con la economía: la exclusión social y el consumismo.

En Laudato si' Francisco alerta del riesgo de exclusión que padecen muchas personas. Llama a la acción, a cambiar las cosas. El hombre no puede hacer con la naturaleza lo que quiere; la naturaleza es de Dios y el hombre es su administrador. Así se entienden los puntos de Laudato si' que hablan sobre la economía. "Para el ciudadano de a pie hay que tener en cuenta los capítulos 2 y 6, que son una llamada a la conversión ecológica", declaró el profesor Guitián. "No se puede ser buen cristiano si uno se desentiende del cuidado de la naturaleza. Los comportamientos anti-ecológicos son acciones inmorales. El papa hace referencia a los cristianos que se burlan del cuidado de la naturaleza y quizá ese aspecto no se enseña suficientemente en las homilías, en la catequesis, en la enseñanza religiosa. No nos quedemos en discusiones económicas. El papa llama a un cambio; apela a los poderes públicos y conviene iniciar procesos más allá del corto plazo", concluyó Guitián.
 

Mesas redondas

A continuación hubo una mesa redonda en la que participó Beatriz Ozores, licenciada en Ciencias Religiosas por la Universidad de Navarra, quien habló de la relación entre la pedagogía  y misericordia  "no hay verdadera pedagogía cristiana sin misericordia. Educar en la misericordia no es una opción más sino un compromiso". Para eso es necesario ejercitar la escucha. "El papa Francisco nos invita a redescubrir las obras de misericordia, que debemos vivir ad intram, ente nosotros y por lo tanto en la escuela". En la mesa estaba también presente Ramiro Pellitero, profesor en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, quien animó a los presentes a evangelizar, que no es otra cosa que "comunicar, anunciar la misericordia". Incidió en la importancia de que el educador ponga en práctica lo que enseña, de manera que llegue a ser, en palabras del papa Francisco "un despertador de la memoria de Dios"; no tener miedo a las periferias existenciales y convertir el corazón a la solidaridad, para vencer, así, la globalización de la indiferencia.

Por la tarde Fina Trèmols, responsable de la comunicación de las Facultades Eclesiásticas habló de cómo Francisco ha logrado cambiar en esos tres años de pontificado la percepción de la imagen de la Iglesia en los medios a través de los gestos. Por su parte, María Álvarez de las Asturias, directora del Instituto de orientación familiar "Coincidir" y defensora del vínculo en la Archidiócesis de Madrid, recomendó la lectura de la homilía que Francisco pronunció en Guayaquil (Ecuador) el pasado mes de julio. En ella, según la experta, se condensa su pontificado en relación al matrimonio y la familia. Expuso orientaciones prácticas para llevar a cabo en el ámbito de la educación: atender a las familias en debilidad, no etiquetar a las personas, saber distinguir una dificultad de un problema, así como la necesidad de la formación en temas relacionados con la familia para "no aguar el mensaje del matrimonio", ya que "casarse supone un cambio antropológico para las personas".

La jornada finalizó con un interesante y enriquecedor coloquio entre los cuatro ponentes de las mesas redondas y el público asistente.