Bienestar y equilibrio en el doctorado, temas de una sesión de Compass para doctorandos
La actividad se enmarca en la necesidad de prevención y promoción del bienestar entre los doctorandos desde la Escuela de doctorado

FotoCedida/
10 | 04 | 2025
La Escuela de Doctorado, en colaboración con Compass, la Unidad de Orientación y Bienestar de la Universidad, ha organizado la sesión “Bienestar y equilibrio en el doctorado”, dirigida a estudiantes de doctorado para aportar herramientas y compartir experiencias para afrontar esta etapa con mayor equilibrio y confianza.
La sesión se replicó en las tres áreas en las que se dividen los estudios de doctorado: Humanidades, Ciencias Sociales y Jurídicas; Ciencias Experimentales y de la Salud; y, Técnicas e Ingeniería. Leyre San Martín y Ursula Paiva, psicólogas sanitarias y colaboradoras de Compass, que se encuentran en la recta final de su etapa de doctorado, aportaron algunas claves para la promoción del bienestar y para alcanzar el equilibrio adecuado.
El doctorado es una etapa vital apasionante, de búsqueda de conocimiento y gran desarrollo profesional e intelectual, pero también una fuente de demandas constantes. El 71% de estudiantes de doctorado están contentos con la experiencia, pero existen numerosos factores psicológicos, relacionales y administrativos que afectan el día a día y que pueden tanto ser fuente de motivación y energía, como de disminución de motivación y del rendimiento, llevando, en ocasiones, al agotamiento emocional.
Antes de la sesión, los estudiantes de doctorado valoraron los factores -protectores o de riesgo- que más les afectan en su día a día. Entre las respuestas más comunes, destacaron la relación con el director, el horario de trabajo, el sueño y el descanso y la personalidad.
Es habitual que, durante el doctorado, se considere la tesis como única prioridad. Sin embargo, para alcanzar el bienestar y disfrutar del proceso, es importante no descuidar una serie de necesidades previas que influyen en nuestra salud. Siguiendo la pirámide de Maslow, para alcanzar este estado de bienestar primero hay que abordar las necesidades básicas y fisiológicas: la supervivencia, la alimentación, el descanso… Siguiendo con las necesidades de seguridad: seguridad de salud, laboral y económica, familiar y del entorno. Tras ello, se puede atender a las necesidades de pertenencia, aceptación, afecto y amistad y alcanzar a cubrir las necesidades de reconocimiento, de logro y autoestima, de respeto y confianza. Así, se puede llegar a la última etapa, la autorrealización.
La tesis, como comentaron Leyre y Ursula, puede situarse dentro de la necesidad de reconocimiento, pero para poder alcanzar ese peldaño de la pirámide, es recomendable tener cubiertas las necesidades de los escalones previos. Es decir, la tesis no puede ser la única fuente de satisfacción de necesidades o lo único que a uno le defina como persona, pues eso puede llevar a la frustración y, por lo tanto, a la disminución de motivación y del rendimiento y el agotamiento emocional.
Para poder prevenir esto, las profesionales compartieron una serie de pautas. En primer lugar, establecer límites entre el trabajo y la vida personal. Hay que cambiar de perspectiva y ver el doctorado como un proceso de aprendizaje, así se podrá priorizar también el cuidado de las necesidades básicas y dejar tiempo para cultivar actividades que podamos disfrutar. Antes de ser estudiante de doctorado, se es persona, con una identidad más allá del doctorado.
En segundo lugar, es esencial establecer una red de apoyo que comprenda y con la que se pueda contar en momentos de disfrute y de frustración, ya sea dentro de la red de doctorandos, en terapia, en mentoría con el director o con la familia y amigos.
En tercer lugar, hay que encontrar la técnica de gestión del estrés que mejor se ajuste a uno mismo: ejercicio, organización del tiempo… En cuarto lugar, conviene establecer expectativas realistas sobre el doctorado y la carrera académica. Esto permitirá dar los pasos necesarios para ir avanzando a lo largo de esta etapa, y gestionar la tolerancia a la frustración.
Finalmente, conviene pedir ayuda. No hay que esperar a llegar al límite para hacerlo. En la propia Universidad existen servicios como Compass que ofrecen consejo, orientación y apoyo para enfocar las necesidades.