“La tecnología y la técnica mejoran la vida, generan bienestar, pero la tecnología de la dominación de unas pocas personas contra otros millones de seres humanos implica grandes riesgos”, advirtió el profesor Javier Echeverría. El catedrático e investigador del CSIC participó en un coloquio con el profesor Alejandro Vigo, organizado el Instituto Empresa y Humanismo de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra en colaboración con Telefónica.

En ese mundo digital que el profesor Echeverría define como “tercer entorno”, las grandes empresas transnacionales como Google, Apple, Facebook, y Amazon “generan riqueza infinita, tienen un poder superior al de los Estados que ejercen de una manera claramente imperial y con una falta absoluta de democracia”. A cambio de ofrecer seguridad a sus usuarios, señala “imponen unas normas en las que no hay democracia ninguna”. En este caso, “no es la tecnología la que domina el mundo; son unos pocos seres humanos los que controlan al resto, como ocurría en la época feudal”, sostuvo.

En el coloquio se trató el papel que puede jugar el hombre en la nueva era que se avecina. Además se abordaron las posibilidades de acción que se abren para la libertad en estos tiempos marcados por la tecnología. Según los expertos no hay obsolescencia del ser humano en una era tecnológica, pero sí pueden quedar obsoletos los humanistas tecnófobos, porque la tecnología marca nuestras vidas.

La técnica y las tesis de Heidegger

Por su parte, el profesor de Filosofía de la Universidad de Navarra Alejandro G. Vigo defendió el valor y el sentido que la disciplina filosófica tiene en la actualidad. Para ello apeló a las tesis del filósofo alemán Martin Heidegger, a quien no le interesa la técnica como herramienta, sino cómo la técnica construye la verdad de las cosas, cómo recrea al mundo y cómo a través del uso de la técnica se define la naturaleza y el ser humano. “Los tecnopesimistas hablan del carácter alienante de la técnica: esta domina todo lo que rodea al hombre, incluida la naturaleza y los recursos. Y por eso, denuncian el carácter incontrolable de la técnica planetaria”, explicó el profesor. “Lo que amenaza al hombre no viene en primer lugar de los efectos posiblemente mortales de las máquinas y los aparatos de la técnica. La auténtica amenaza ha abordado ya al hombre en su esencia”, escribió Heidegger en uno de sus ensayos.

Para los griegos la naturaleza era un objeto para ser admirado. Sin embargo, para Heidegger “vivimos en un mundo tecnológico, y la naturaleza es un instrumento para ser explotado. No estamos preservando naturaleza, sino que estamos preservando un negocio. Aquí podemos ver cómo la tecnología ha cambiado nuestras relaciones, nos ha cambiado a nosotros y ha cambiado nuestra verdad”. Heidegger señala que la esencia de la tecnología está en “desvelar” y “desafiar” la naturaleza y ahí está el mayor riesgo.