Un profesor de la Universidad de Navarra participa en una investigación sobre el estilo de vida de los adolescentes peruanos
Un profesor de la Universidad de Navarra participa en una investigación sobre el estilo de vida de los adolescentes peruanos
Los investigadores realizaron 3.379 encuestas a estudiantes de secundaria de las principales ciudades del país latinoamericano
El profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra Jokin de Irala ha participado en un estudio sobre el estilo de vida de los adolescentes peruanos, en el que también han colaborado la Universidad de Piura e Intermedia Consulting. Para realizar la investigación se realizaron 3.379 encuestas a estudiantes de secundaria de colegios públicos y privados de las principales ciudades del país.
Según el estudio, el 75% de los adolescentes peruanos escolarizados recibe mensajes o influencias que dificultan su desarrollo integral, impactan en su bienestar y arriesgan su futuro. Esta conclusión se obtuvo tras analizar el comportamiento de los jóvenes en tres campos: ocio, consumo de sustancias tóxicas y conducta sexual.
Una educación integral de la sexualidad
El 42,9% de los encuestados declaró que estudia apenas 4 horas de lunes a viernes, y un 24,6% dedica más de 8 horas a esta tarea. Su tiempo libre lo ocupan en actividades como ver la televisión; escuchar música; leer revistas, diarios o libros; o navergar por internet. Asimismo, existe un porcentaje elevado que nunca participa en actividades culturales, de voluntariado, formativas y artísticas.
Con respecto a la educación sexual, el análisis revela que chicos y chicas desean orientación por parte de sus familias. Así la fuente habitual en estos temas son los amigos (45,8%), la madre (39,7%) y el padre (19,1%).
El interés por los temas afectivos se traslada también a la escuela, tal y como apuntan los responsables del estudio. Se ha comprobado que la formación sexual recibida en el colegio se concentra sobre todo en temas biológicos, a pesar de las expectativas de los escolares. En este punto, los investigadores proponen que las escuelas, apoyándose en los valores que los padres desean transmitir a sus hijos, incluyan los aspectos afectivos en las clases.