Llegamos a Madrid el domingo por la tarde y desde el principio comenzamos a trabajar en los diferentes Workshops, en los que tratamos temas de seguridad en la región MENA (Medio Oeste y Norte de África), algo que es de tremenda actualidad.

Apenas somos cuatro españoles y la mayoría de los participantes provienen de esa misma región, así que su aportación al debate es fundamental y nos permite aprender muchísimo.

Todos aportan algo único al YMD, pero lo más valioso que los 78 representantes de más de 40 países tienen no es su conocimiento técnico sobre los temas sino lo que surge en las conversaciones fuera del "trabajo": compartiendo un café, o una cerveza, uno se da cuenta de que son una mina de oro. ¿Cuántas veces nos hemos sentado con un egipcio, un griego, un kurdo iraquí, una noruega, charlando como viejos amigos? Hablan de sus vidas, trabajo, familia. De la muerte, de física quántica o de religión. Este tipo de encuentros son herramientas muy poderosas para el acercamiento cultural tan necesario.

No hace falta esperar hasta el final para saber que YMD es algo impresionante, de aprendizaje de los temas actuales, política, y debates; sobre todo, es un descubrimiento de las personas y del mundo.

 

María Varela, 2º Economics, Leadership and Governance