"Los derechos que guían la convivencia social también tienen que estar presentes en la red"

¿Los derechos que se aplican en el mundo físico también tienen vigencia en la red? ¿Estamos protegidos en el mundo digital? ¿Cómo lograr una convivencia digital sana? El Observatorio de Derechos Digitales, un organismo dependiente del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública y en el que colabora un grupo de profesores de la Facultad de Comunicación, trata de dar respuesta a algunas de estas preguntas.

El Observatorio busca garantizar los derechos en el entorno digital y fomentar un equilibrio entre innovación tecnológica y protección de los ciudadanos. Está conformado por más de 360 expertos, entre los que se encuentra Ana Azurmendi, catedrática de Derecho Constitucional en la Facultad de Comunicación. Junto a ella, también participan María Fernanda Novoa, Aurken Sierra, Blanca Basanta, Carlos Lancho, Elsa Moreno, Avelino Amoedo, Eva Lus, Pablo Echart, María Noguera, María del Rincón, Lourdes Esqueda y Pablo Castrillo.

¿Qué es el Observatorio de Derechos Digitales y qué objetivos persigue?

El Observatorio de Derechos Digitales surgió en 2024 como una iniciativa del Ministerio de Transformación Digital, en la que se aspira a la realización de distintas actividades para promover una cultura de ciudadanía digital y de comprensión de los derechos digitales que tenemos todos ciudadanos.

Con este preámbulo, se creó una convocatoria pública a la que acudieron diversos agentes. Uno de sus resultados fue el convenio Red.es (del Ministerio) y la Fundación Hermes y la invitación a la Universidad de Navarra a colaborar, junto a otras siete universidades y fundaciones. Somos muchos miembros que colaboramos desde distintos ángulos en la creación de este Observatorio que busca una vía de promoción de valores ciudadanos en las redes sociales. 

¿Qué entendemos por derechos digitales? ¿Por qué es relevante protegerlos?

Es una realidad que comprobamos día a día, en la que la mayoría de los ciudadanos consideran que en la red no hay derechos, no hay leyes y no hay principios que se deban respetar. Además, se tiene una visión muy gamificada de las redes sociales, donde se considera que todo es un juego: insultar, agredir a alguien, linchar, mentir. Y no, no se  un juego. 

Los derechos digitales surgen porque los usuarios necesitamos darnos cuenta que lo que ocurre en las redes sociales también es parte del mundo real. Aunque sea un mundo digital, es un sitio en el que las relaciones entre las personas también son importantes, donde tienen que regir los criterios de igualdad, de respeto y de convivencia. Y eso no está conseguido. El Observatorio quiere promover eso a través de acciones. 

Desde la Facultad de Comunicación nos hemos comprometido a realizar acciones de difusión que contribuyan con este cambio de mentalidad, a favor de una ciudadanía digital de respeto en redes. Y, entre esas acciones, estamos organizando un congreso, que se celebrará el año que viene, sobre ciudadanía digital y derechos. 

¿Los derechos que regulan el mundo físico también existen en la red o es necesario legislar solo para los temas digitales? 

Los derechos que guían la convivencia social deben estar presentes en la red, pero de otra manera. Por ejemplo, el derecho a la vida privada significa que no se capte mi imagen si yo no doy mi consentimiento, o que cuando hay una situación que implica a cualquier persona no famosa se le respete y no se informe sobre eso si no hay motivación pública. Estas cuestiones entran dentro del sentido común, pero en redes no están tan claras. 

Por eso, en el mundo digital requiere que haya especificidades. El derecho al olvido es una especialidad del derecho a la vida privada, pero en el entorno digital. Este derecho rige, exclusivamente, lo que ocurre de internet. 

Y también, algunos derechos como el de réplica, en redes sociales, tiene unas características diferentes al derecho de rectificación en el mundo físico fuera de las redes sociales.

¿Cuáles son las principales líneas de trabajo de este proyecto?

Tiene muchas líneas; la dimensión es enorme. Por ejemplo, la Mobile World de Barcelona forma parte de este proyecto. Desde la Facultad de Comunicación estamos colaborando doce profesores de todos los departamentos en diferentes productos: cortos audiovisuales, una colección de pódcast, dos congresos y organización de seminarios. 

Además, cuando hablamos de derechos digitales se suele poner el acento en lo negativo, y nuestro objetivo va más ligado a alcanzar un bienestar digital. Queremos conseguir inculcar unos valores a la ciudadanía que impliquen que las oportunidades de educación, de acceso a la información, de disfrute y entretenimiento en redes sociales se vean desde lo positivo, desde todo lo bueno que nos aporta. 

¿Cómo beneficia a los usuarios?

Nos beneficia a todos los usuarios porque va a contribuir desde todos los ángulos y todas las perspectivas a conseguir la promoción de una mentalidad positiva que haga un buen uso de las redes sociales. Asimismo, implica muchas actividades de investigación y de propuesta de mecanismos tecnológicos en las redes sociales, y cada una de las partes integrantes del Observatorio aportamos desde nuestro campo, complementándonos.

Ana Azurmendi, catedrática de Derecho Constitucional en la Facultad de Comunicación y miembro del Observatorio de Derechos Digitales