Dos graduados de la Universidad de Navarra, número 2 y 6 del BIR (Biólogo Interno Residente)
Mariana Serres y Iosu Razquin han conseguido una de las 51 plazas de la convocatoria de este año
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Dos graduados de la Universidad de Navarra han quedado entre los 10 primeros puestos del examen para Biólogo Interno Residente (BIR). Se trata de la madrileña Mariana Serres Gómez, que ha alcanzado el puesto número 2, y el pamplonés Iosu Razquin Olazaran, con el puesto 6. En esta convocatoria se ofertaban un total de 51 plazas para las que se presentaron 971 aspirantes.
Mariana Serres, graduada en Química y Bioquímica,y premio extraordinario fin de carrera,terminó la carrera en junio del año pasado y en julio empezó a estudiar el examen: “Es una preparación muy intensa que requiere constancia, pero el hecho de ver un objetivo claro al final ayuda mucho en el día a día”.
Mariana, que vive hace seis años en Pamplona, realizó durante la carrera prácticas en la Clínica Universidad de Navarra, donde también hizo el trabajo fin de grado. “Me gustó mucho la experiencia y me ayudó a tomar la decisión de presentarme al examen.Todavía no tengo claro qué especialidad me gustaría hacer y voy a esperar a visitar los hospitales que pueda durante las jornadas de puertas abiertas”, señala.
Iosu Razquin, graduado en Biología y Bioquímica en 2007, se presentaba por segunda vez a la prueba. “El año pasado me quedé muy cerca de conseguirlo y este año decidí intentarlo de nuevo”, asegura. El pamplonés hizo la tesis doctoral en el departamento de Microbiología de la Universidad, donde investigó en temas relacionados con la microbiología clínica como resistencia a antibióticos, sepsis y tratamientos antibióticos frente a microorganismos multirresistentes.
“A pesar de haber trabajado en otros sitios, siempre he querido realizar una especialidad en microbiología clínica y seguir mi formación hospitalaria”, explica. “Ahora tengo 35 años y me gustaría quedarme lo más cerca posible de Pamplona, pues tengo mi familia aquí, por lo que una de las dos plazas de micro del Hospital de Navarra me encantaría”.
Sobre la preparación del examen, asegura que el proceso ha sido duro. “Cuando te enfrascas en el mundo de la oposición tienes que dejar de lado y sacrificar muchos planes con familia, amigos, deporte y dedicarte 100% a estudiar. Son 9-10 horas al día, domingos incluidos, salvo una hora de deporte que me servía de desahogo. Aún con todo, el sacrificio ha merecido la pena”, afirma.