"La televisión de calidad no sólo se realiza con buenas intenciones; se necesita mucha profesionalidad para representar esos valores que se pretenden transmitir", aseguró Ettore Bernabei, que recibió el VIII Premio Luka Brajnovic de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra durante un acto que se celebró en el Aula Magna. Este periodista italiano ha dirigido durante más de una década la RAI (Radio Televisión Italiana) y preside desde 1991 la empresa Lux Vide, que realiza programas de ficción televisiva orientados al entorno familiar.

En su opinión, "el público no prefiere la televisión basura. Cuando percibe que hay una alternativa de calidad, la pide, e incluso está dispuesto a realizar un esfuerzo para disfrutar de ella, como acostarse más tarde. Mi experiencia de más de una década como productor internacional me ha demostrado que la buena televisión siempre consigue cuotas altas".

En ese sentido, señaló que la capacidad crítica de los telespectadores ha mejorado en los últimos años. "Lo que ha cambiado son los intereses económicos. El objetivo no se centra tanto en el interés de los receptores, sino en obtener beneficios económicos", declaró. No obstante, se mostró optimista con respecto a la programación de las televisiones estatales europeas: "Últimamente se están haciendo esfuerzos para defender a las cadenas públicas de los fines meramente comerciales".

Una trayectoria brillante

La ceremonia de entrega del galardón estuvo presidida por el rector de la Universidad de Navarra, José Mª Bastero, quien destacó del homenajeado que "como periodista y directivo de empresas de información, se ha ganado el respeto de sus colegas y, lo que es más importante, el de sus conciudadanos".

Entre otros méritos, destacó que "en Europa e Italia se le reconoce por una trayectoria marcada por el alto nivel de sus producciones, buena muestra de la excelencia que pueden alcanzar los medios audiovisuales cuando se entienden como un verdadero servicio público".

Asimismo, José Mª Bastero expresó que "el concepto pobre de la televisión, justificado en la aceptación de una audiencia obligada a elegir entre subproductos casi idénticos, no responde sólo a una carencia de escrúpulos. También faltan en muchos directivos talento, profesionalidad y el coraje de lanzarse a buscar nuevas fórmulas televisivas que informen y entretengan al público sin degradarlo".

En el acto también intervino José Ángel Cortés, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, quien alabó el tesón del galardonado. "Estamos ante un hombre que, a sus 83 años, pudiendo, con todo derecho gozar de un retiro más que merecido, sigue en la brecha, demostrando con su estimulante trabajo que hoy es posible hacer una televisión de calidad. Y lo que es más: que se puede realizar consiguiendo el reconocimiento de la audiencia, el respeto de la profesión y alcanzando beneficios económicos".

Una nueva clase de directivos mediáticos

Por su parte, Ettore Bernabei explicó qué considera como auténtica demanda del público. "La gente no reclama a la televisión 'reality shows', sino hechos de la vida cotidiana, sin esos ingredientes de violencia y pornografía, que no tienen nada que ver con las conductas de todos los días de la gran mayoría de los hombres y mujeres de nuestro tiempo".

De ese modo, y retomando las palabras de José Mª Bastero, resaltó que "es necesario preparar una nueva clase dirigente para la televisión. Éste es el gran papel de las universidades serias, como la Universidad de Navarra: educar profesionales capaces de escribir buenos guiones, elaborar buenas encuestas periodísticas...".

El Premio Luka Brajnovic se entrega desde 1997 a comunicadores que se hayan caracterizado por una excelente trayectoria profesional, comprometida con la defensa de los derechos y la dignidad del hombre. En anteriores ediciones fueron galardonados Miguel Delibes (1997), Violeta Chamorro (1998), David Puttnam (1999), Antonio Fontán (2000), Miguel Gil (2001), 'Medios para la paz' (2002) y José Javier Uranga (2003). En 2001 se celebró una edición especial en Zagreb (Croacia) -patria de Luka Brajnovic-, donde el galardón se otorgó a título póstumo al periodista y poeta Sinisa Glavasevic.