Juan Luis Lorda: “Debemos reconocer el valor tan formidable de la Teología del siglo XX”
La Universidad rinde homenaje al profesor de Teología en su 70 aniversario con una jornada en la que participaron Mons. Mariano Fazio, vicario auxiliar del Opus Dei; Santiago Herráiz, CEO y editor de la editorial Rialp; y José Mª Torralba, catedrático de Filosofía y Política del centro académico.
20 | 01 | 2025
“Debemos reconocer el valor tan formidable de la Teología del siglo XX”. Así lo afirmó el profesor Juan Luis Lorda, en Facultad de Teología de la Universidad, durante la jornada académica organizada con motivo de su 70 aniversario, en la que participaron más de 300 personas.
Titulada ‘Teología, Humanismo, Universidad’, contó como ponentes con Mons. Mariano Fazio, vicario auxiliar del Opus Dei; Santiago Herráiz, CEO y editor de Ediciones Rialp; y con José María Torralba, catedrático de Filosofía Moral y Política del centro académico.
Juan Luis Lorda, en su intervención, subrayó el inmenso agradecimiento que siente por haber sido profesor de Teología en un ambiente tan bueno “y tan milagroso” como el de la Universidad de Navarra. Asimismo, animó a mirar a la historia a quienes califican de complicado el mundo en el que vivimos.
Impartió la ponencia inicial, Elogio del humanismo cristiano, en la que hizo un repaso de los grandes maestros que trataron este tema, como Orígenes de Alejandría, san Agustín, santo Tomás o san John Henry Newman, quienes comparten “tantos hilos comunes en los que aparece un patrimonio cristiano muy interesante”.
Enumeró algunos retos a los que deben responder los cristianos hoy, como el de recordar que el Dios de la Teología cristiana es Dios revelado en Cristo. “Si Cristo no es el Verbo, Dios no se ha revelado del todo y su amor no ha llegado a nosotros, y nos quedamos sin salvación. Por eso, necesitamos una lectura creyente de la Biblia que cuente la historia de la revelación, la historia de la alianza y la historia de la salvación”.
“Para ello, debemos servirnos del maravilloso patrimonio intelectual tan inmenso y hermoso que llevamos detrás, fruto de la fe y del trabajo de muchos cristianos de distintas épocas. Creyentes que han sabido dialogar con su tiempo y a la vez con la Escritura”, dijo. Y añadió: “No existe nada parecido en el mundo con tal riqueza y coherencia. Ese es el sentido del humanismo cristiano, que se enraíza en la fe y dialoga con cada época”, dijo.
Algunos desafíos que deben afrontar los cristianos
Además, destacó otros desafíos a los que “debemos responder” con ese patrimonio, como aclarar las causas de la crisis postconciliar, revisar el enfrentamiento del Tomismo con la Nouvelle Théologie, no prescindir de las ciencias ni del pensamiento político, o hacer una revisión de la Teología de la Liberación, “que aporte discernimiento del pasado sin necesidad de juzgar a nadie y con proyección al futuro”.
El decano de la Facultad de Teología, Gregorio Guitián, por su parte, destacó el esfuerzo que ha puesto siempre el profesor Lorda para que la Facultad mejore, y ensalzó su trabajo para llevarla a muchos lugares “dejando siempre el pabellón muy alto”. Asimismo, mostró su agradecimiento de manea doble: en primer lugar, por la cantidad de horas dedicadas a los estudiantes, tanto en su labor académica como en el Colegio Mayor Albáizar; y, en segundo lugar, “por la esmerada docencia que ha impartido, en esta casa y en el resto de facultades civiles de la Universidad”.
La Universidad y su carácter humanista
José María Torralba, catedrático de Filosofía Moral y Política y director del Centro Humanismo Cívico, planteó en su intervención la conexión existente entre la Universidad y su carácter humanista. “El título de esta ponencia, La Universidad, casa del saber y lugar de amistad, procede del obituario que estaba escribiendo con motivo del fallecimiento del antiguo rector, Alejandro Llano, el pasado mes de octubre. Él decía que la salvación de la universidad está en los libros, y por eso, la Universidad debe ser la casa del saber”.
Señaló que la Universidad está “construida sobre la roca que es la sabiduría”. En este sentido, el profesor Torralba esbozó la sabiduría como “el resplandor que se da en una relación de amor y amistad, que nace por contagio y por la pasión que descubrimos en los otros. En el humanismo cristiano, ese resplandor viene de Cristo”.
“En el descubrimiento de la pasión por Cristo se encuentra el servicio. A nadie le sorprende si hablo de la generosidad del profesor Lorda al servicio de la enseñanza y de la Universidad: como buen universitario, no se acomoda y siempre necesita buenos retos”, concluyó José María Torralba.
El humanismo cristiano, presente en los libros
La segunda mesa redonda de la jornada estuvo protagonizada por monseñor Mariano Fazio, vicario auxiliar del Opus Dei, y Santiago Herraiz, CEO y editor de Ediciones Rialp, en la que dialogaron acerca de la lectura y cómo nos conduce a la sabiduría.
En su mensaje, monseñor Mariano Fazio hizo alusión a la carta que el Papa Francisco escribió el pasado mes de agosto sobre el papel que la literatura tiene en la formación de los sacerdotes: “La lectura es un acceso privilegiado al corazón del hombre y para que dé frutos debe ser tomada como un ejercicio de discernimiento”.
En este sentido, incidió en las virtudes de los clásicos, aquellas lecturas que perduran en el tiempo, que tienen un alcance universal y que “nos dan instrumentos para distinguir lo bueno de lo malo, lo bello de lo feo. Los clásicos ponen de manifiesto que nuestra naturaleza humana vibra con la belleza y con el bien. Si ponemos verdad y belleza con mayúsculas, entonces hablamos de Dios”.
En la misma línea, Santiago Herraiz habló de lo permanente en los libros, “contenidos que han sido aceptados por sus claves antropológicas por el corazón del hombre”, que permiten acercarnos a la Verdad.