Jon Maya, coreógrafo y bailarín: "Soliloquios es un encuentro entre distintas miradas desde la raíz, que cruza diferentes lenguajes de la danza
El espectáculo, protagonizado por Maya, Cesc Gelabert e Israel Galván, se estrena los días 23, 24 y 25 de mayo en las salas expositivas del Museo
La elegancia y delicadeza de tres estilos de danza abrazan unas naves varadas bajo una luz crepuscular. Son los coreógrafos Jon Maya, Cesc Gelabert e Israel Galván en diálogo directo con la instalación El no retorno de la artista peruana Cecilia Paredes, un encuentro único que podrá verse como cierre del espectáculo Soliloquios, que estrenan este jueves, viernes y sábado, en las salas expositivas del Museo Universidad de Navarra.
Se trata de una obra de nueva creación, que surge de un encargo del Museo a los artistas, que se unen por primera vez en un mismo escenario. Las funciones comenzarán a las 8 de la tarde y las entradas cuestan 16 euros.
Este martes han compartido uno de sus ensayos con los medios de comunicación en ese escenario tan especial que son las salas expositivas y que, como señala Jon Maya, autor de la idea, surgió de una visita al Museo, cuando conoció la Colección y los distintos espacios. “Me identifico muchísimo con artistas como Chillida y Oteiza, y cuando vi la sala Tàpies no me podía imaginar a otra persona que Cesc Gelabert bailando ahí. A la hora de proponer un encuentro entre diferentes miradas a la danza, desde la raíz, en la que nos interesa cruzar diferentes lenguajes, decidí llamarle a él y a Israel Galván”.
A cada una de las funciones pueden asistir hasta 150 personas que, divididas en tres grupos, asistirán a cada una de las coreografías de los artistas (Maya en diálogo con Chillida, Gelabert con Tàpies y Galván con Palazuelo) y, finalmente, a la pieza conjunta en la instalación de Cecilia Paredes. “Cada uno realizará un solo basado en zortziko vasco, su propia versión y después bailaremos juntos. Estoy feliz de haber tenido un proceso creativo tan rico”, explica Maya, cuya última producción, Erritu, acaba de recibir el Max a la mejor coreografía de Sharon Fridman.
Gelabert señala también la importancia de la tradición en este proyecto porque “detrás de los movimientos hay mucha cultura adquirida de la que nosotros somos herederos. Es un placer vivirlo”. Asimismo, Galván destaca esa "unión de norte y de sur” y la singularidad de bailar en lugares distintos a los escenarios tradicionales. “Con nuestra presencia cambiamos el Museo, las salas expositivas y ofrecemos una experiencia totalmente diferente al público”.
En la presentación, los tres artistas han estado acompañados por Luis Miguel Cobo, autor de la creación musical; Jaime García del Barrio, director general del Museo Universidad de Navarra; y Teresa Lasheras, responsable del área de Artes Escénicas y Música del Museo. Cobo ha resaltado que “el público va a tener una experiencia inmersiva de 360 grados. Supone un viaje a través de las salas y busca que, cuando el público se acerque, el Museo cobre vida desde el punto de vista del sonido. Y este debe acompañar a la danza de tres estilos”. En esta línea, ha apuntado la riqueza de “la contaminación, la fusión, la mezcla, que es fundamental en este proyecto”.
Por su parte, García del Barrio ha subrayado que “este espectáculo da en la diana del ADN de este Museo, donde intentamos hacer un trabajo de acompañamiento con los artistas en sus proyectos y también la convivencia de las artes. Aquí no solo hay una relación entre artes plásticas y escénicas sino incluso entre distintos tipos de danza”.
Asimismo, Teresa Lasheras ha destacado que el estreno de Soliloquios, que comenzó a gestarse desde finales 2017, va a ser “un encuentro excepcional”. Así, ha definido el espectáculo como “una pieza de danza construida desde la mirada de tres artistas, bagajes coreográficos, orígenes y perspectivas diferentes, que se encuentran en el Museo para mirarse a sí mismos y dialogar entre ellos desde la Colección”.