El vicedecano de investigación de la Facultad de Educación y Psicología, medalla de Plata de la Universidad
El profesor Ángel Sobrino va a ser uno de los 129 profesionales que recibirá este reconocimiento por sus 25 años de trabajo en la Universidad
¿Qué supone recibir la Medalla de Plata de la Universidad?
Que durante 25 años la institución me ha soportado... Ahora en serio... trabajar tanto tiempo en la misma empresa acaba cambiándote: Angel Sobrino sería, en parte, otra persona.
Cuando el profesor Sobrino echa la vista atrás, ¿qué sentimientos tiene?
Aparte de los tópicos que, por cierto, no dejan de ser muy ciertos (por ejemplo: el vértigo que da la sensación de que el tiempo pasa muy rápido), no tengo ningún sentimiento en especial fuera de lo esperable: un poco de nostalgia por los que se han ido, algo de satisfacción por haber cumplido una etapa y otro poco de ilusión por lo que todavía queda.
¿Cómo ha cambiado la Universidad en todo este tiempo? Alumnos, docencia, investigación...
Ahora tengo un encargo relacionado con la investigación, y quizá estoy más sensibilizado con este ámbito: las Ciencias Sociales, para lo bueno y lo malo, buscan imitar el modelo de las ciencias experimentales. Esto marca, y mucho, la determinación de estándares (productividad, relevancia, impacto) y los modos de trabajar (equipos grandes: se acaba la idea del investigador aislado). La multidisciplinariedad (y por tanto la colaboración entre grupos de investigación) es nuestro reto.
Como profesor, en lo que toca a la docencia, en este cuarto de siglo ha habido una indudable renovación pedagógica: la clase magistral basada en apuntes es un vestigio del pasado y, en un horizonte de unos pocos años, espero la clase magistral basada en el power point y el pdf también lo sea. La idea del profesor como responsable de la selección de los contenidos y diseñador de "escenarios de aprendizaje" me parece crucial, en un contexto de competencias profesionales transversales (como por ejemplo toma de decisiones en entornos de incertidumbre, trabajo en equipo, procesos de innovación...). Los más reacios llaman a todo esto "proceso de Bolonia" y pueden pensar que es un mero problema de "cambio de nombres", pero el fondo del asunto es mucho más trascendente de lo que parece.
Después de tantos años entre profesores, colegas, alumnos y profesionales, serán muchos los recuerdos y las anécdotas. ¿Hay alguna que le haya marcado especialmente o recuerde con especial cariño?
El otro día me hicieron esa misma pregunta para otra entrevista. No supe qué contestar, y ahora tampoco... No soy mucho de anécdotas.
Durante estos 25 años, usted ha sido espectador de buenos momentos y momentos más complicados para esta institución. ¿Cómo se imagina la Universidad en los próximos 25 años?
Seguramente el tema del convenio de salud, junto al último atentado, han sido dos de los momentos más complicados de estos 25 años (al menos para los que no tenemos responsabilidades de gobierno, supongo que habrán pasado muchas otras cosas). Llegarán otros, es la vida, pero saldremos adelante: quizá la Universidad de Navarra sea más grande, o quién sabe, más pequeña, pero intentaremos hacer las cosas lo mejor posible.