La Facultad de Teología celebra el acto de fin de carrera de 43 estudiantes de Bachiller y Licenciatura

Los alumnos eligieron como padrino a D. Félix María Arocena, que regaló a los alumnos unas palabras a modo de última clase que, según él, se le habían quedado en el tintero: “La participación en el memorial que Jesús nos mandó celebrar nos brinda la posibilidad de vivir los avatares grandes y pequeños de la vida en vecindad con lo eterno”.

La Facultad de Teología celebró el sábado 25 de mayo el acto de fin de carrera de 43 de sus estudiante, de los cuales 28 forman parte de la LVI promoción de Licenciatura en Teología y 15 de la LVIII promoción del Bachiller en Teología.

“Cada uno de vosotros, de maneras diferentes, tenéis esa misión, ese encargo al recibir hoy este título, de servir a la Iglesia con lo que habéis aprendido”, destacó el profesor Gregorio Guitián, decano de la Facultad, recalcando la responsabilidad de seguir cultivando “este horizonte que se ha abierto de modo distinto”.

“Cuando dicen que alguien es antiguo alumno, nos llena de alegría, es familia. Vosotros sois nuestros embajadores por el mundo”, dijo y quiso añadir una petición “Si os encontráis en el ejercicio de vuestra profesión, de vuestro ministerio, con personas que puedan entender, o que muestren agradecimiento al servicio que les prestáis, acordaos de nosotros. Es una petición que os hacemos”.

El profesor Félix María Arocena fue el padrino elegido por los estudiantes de ambas promociones. “Esta reflexión mía como última clase pretende tener un sesgo sapiencial, en el caso de que sea capaz de conseguirlo”, y continuó: “Comenzaría por recordar que la participación en el memorial que Jesús nos mandó celebrar nos brinda la posibilidad de vivir los avatares grandes y pequeños de la vida en vecindad con lo eterno”.

Puso fin a la exposición dirigiéndose a los alumnos del Bachiller: “lo que voy a decir no es de protocolo, sino de corazón sincero. Quería en este momento un poquito solemne daros las gracias, porque en la sintonía que hemos conseguido alcanzar habitualmente en clase, con vuestra actitud, interés, y preguntas, con vuestra sincera empatía, habéis hecho, que tantas veces, al terminar la clase, saliera del aula yo sencillamente feliz. Por eso y muchas cosas más os estoy reconocido. Gracias.”

En representación de los alumnos intervino D. Óscar Tineo Castillo, delegado de la Licenciatura en Teología Moral, que agradeció “a los profesores que dedican su vida a la enseñanza, al personal administrativo y obrero, al Opus Dei, a las diócesis, a nuestros familiares, a la Fundación CARF, y a tantos amigos y benefactores que hacen posible nuestra formación”