Escribir

Solo un hombre

Javier Garralda, alumno del grado en Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras, nos ofrece un poema cuyos versos y estrofas entonan un sentimiento profundamente humano.
 

No soy nada más,
a veces Circe me da alas,
pero no soy nada más.

A veces creo ser ave,
a veces creo volar,
a veces creo no creerlo
e Ícaro vuelve a aterrizar.

En el oráculo me veo lejos,
más allá del mismo espejo
que no puedo atravesar.

A veces me siento vivo,
al nadar contracorriente
por este río Aqueronte
que confundo con el mar.

A veces necesito una necesidad,
pero mientras va Narciso al río
resuena el eco de un quizá.

A veces grito desesperado,
y como Orfeo rompo a llorar,
a veces no hay más desgraciado
y Eurídice queda atrás.

Muy con Escila al sentir,
muy con Caribdis al pensar,
siempre entre el dios y el animal.

A veces creo ser el más,
a veces creo ser el menos,
pero soy solo carne muerta
de la que un loto emergerá.
 

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