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Speech Poetry:
una poesía con la autenticidad de una conversación
Javier Yániz, alumno de 3º de Filología Hispánica, explica esta última moda poética
en Estados Unidos. Recitar poesía hoy en día ¿es arte contemporáneo?
¿Declamación clandestina contra el régimen?
¿O lo que los abuelos de nuestros abuelos cantaban en las ferias?
por Javier Yániz
La palabra tiene una fuerza creadora capaz de repercutir directamente en el mundo físico. Así, un «¡cállate!» o un «¿Quieres casarte conmigo?» puede alterar la realidad, nuestras vidas. No hemos de olvidar el comienzo del Génisis o del Evangelio de San Juan en que la palabra -síntesis de Dios- es la creadora del mundo: «En principio estaba la palabra» o «¡Hágase la luz!» «In principio verbum erat» y «Fiat lux» o «יְהִי אוֹר» en hebreo.
De las elaboraciones literarias capaces de incidir en la realidad quizá merezca especial atención la poesía. La palabra creadora en la poesía irradia vida; está presente desde aquellas composiciones pensadas para ser leídas con los ojos entreabiertos y arropado en la cama, hasta aquellas configuradas para ser declamadas. Por ejemplo, no conozco a ningún lector que al caer en los versos de Whitman no haya querido salir a la calle a cantarlos y devolver al mundo las palabras del bardo americano:
Good-bye my Fancy! |
-¡Adiós mi Fantasía! |
(Hojas de hierba, trad. Francisco Alexander, Visor 2014)
En la primera década de nuestro siglo se ha observado la consolidación en los países anglosajones de una práctica poética cercana a la performance conocida bajo el nombre de speech poetry o spoken word. Estas actuaciones deben mucho en su formato y repercusión a los recitales montados en los años 50 y 60 por los gurú de la beat generation, a los que tienen como referentes. Se podría considerar como ejemplos de spoken word el Wichita Vortex Sutra de Allen Ginsberg con música de Philip Glass o el espectáculo de Laurie Anderson Home of the brave en el que conviven sus creaciones originales con poemas de William S. Burroughs. Como se puede inferir viendo los ejemplos citados, el speech poetry −de los años 50 y 60, también la actual− suele ser combativo y políticamente comprometido con causas sociales.
Otro de los antecedentes que se deben tener en cuenta fenómeno para entender el spoken word americano y popularidad es la música rap que goza de especial prestigio en los años 90. En estas canciones −muchas veces improvisadas− sobre una base rítmica, al igual que la poesía de la beat generation tiene un fuerte componente político y de crítica social.
En la actualidad estas actuaciones poéticas también están ligadas a tendencias y estéticas comprometidas, especialmente al ecologismo, feminismo y la teoría queer.
Wichita Vortex Sutra de Allen Ginsberg con música de Philip Glass
Laurie Anderson Home of the brave
Queer poetry (#progress de Andrew Wagner)
No dejamos de apuntar que aunque el foco de irradiación se encuentre en Estados Unidos, especialmente en Nueva York, también encontramos ejemplos interesantes en el mundo hispánico. Dejamos como ejemplo Me gritaron negra de Victoria Santa Cruz:
En esta práctica −como se puede ver en los vídeos− está caracterizada por buscar que la recitación de los versos −normalmente memorizados− trascienda de la mera recitación, volviéndose declamación, incluso actuación. Por ello, no es raro encontrar en estos recitales el acompañamiento musical, la intervención de otras artes, especialmente recursos escenográficos como vestidos o algún pequeño efecto lumínico, y la actuación de los versos, es decir, acompañar la palabra de gestos o pequeñas coreografías.
Una de las características constitutivas del speech poetry −en teoría− es su naturaleza efímera (evanescente). Al igual que una performance o un happening sustentados en la irreproductivilidad, imposibilidad de crear una copia. En estos espectáculos la autenticidad y unicidad adquieren especial relieve. Por ello, al no estar sujeto a un texto inmóvil el recitante tiene la capacidad de ajustar el poema a las reacciones del público. Esto hace indispensable la presencia del público que interactúa activa (interviniendo) o pasivamente (escuchando).
Su funcionamiento es muy similar como se apuntaba más arriba al de un happening. Por ejemplo, Allan Kaprow en Fluids (reinventado en varios lugares, entre otros el Museo de la Universidad de Navarra) propone construir un cuadrado con bloques macizos de hielo. La finalidad de la construcción no es la construcción misma, pues el producto generado está avocado a que se descongele, pierda su forma física y vuelva a ser un fluido sin forma; sino las relaciones sociales que se generan a lo largo de la construcción. De esta manera el no-asistente únicamente puede ver el resultado, visitar la experiencia mediado por la técnica (vídeo o foto). Sin embargo, al no participar en la ejecución del happening no podrá llegar a experimentar nunca las sensaciones que se generaron en esa reinvención.
Vídeo del happening que se hizo en el MUN: Fuids Navarra
Aunque estas prácticas poéticas contrasten con la idea contemporánea de la poesía como un momento de calma íntima entre el poemario físico y el lector, estas prácticas poéticas performativas no difieren de la poesía, por ejemplo, de Anna Ajmátova pongamos por caso Réquiem, composición crítica con el régimen estalinista que fue transmitida en recitaciones clandestinas sin que llegara a fijarse en papel hasta muchos años después de su transmisión; tampoco difieren de los romances antiguos que a mediados del siglo XX aún se recitaban y cantaban en los pueblos y que el filólogo Menéndez Pidal o el etnólogo y músico Joaquín Díaz, entre otros, recogían en grabaciones; o, como último ejemplo, con la epopeya en la que el rapsoda o el juglar cantaba las gestas épicas de un héroe.
Joaquín Díaz cantando el romance de El conde Olinos
Por estas pequeñas anotaciones, el speech poetry o spoken word no se puede considerar un género nuevo, sino una revitalización de la poesía oral.
Odysseus weeps at the song of Demodocus
"The literature of all nations and all ages; history, character, and incident" (1900)
Walt Whitman, Hojas de hierba, trad. Francisco Alexander. COMPRAR.
Anna Ajmátova, Réquiem. COMPRAR.
Allan Kaprow, biografía y grabación del propio autor hablando de Como hacer un happening. ESCUCHAR.