La generación y preservación de vínculos sociales pasa necesariamente por el uso del lenguaje en procesos comunicativos de muy diversa índole, todos ellos histórica y contextualmente situados, y basados en propiedades centrales como la creatividad y la adaptabilidad, de raigambre cognitiva y pragmática. En esta línea de investigación, se atiende a los procesos comunicativos que afectan de modo más directo a las relaciones y los vínculos entre hablantes: fundamentalmente, la gestión interactiva del acuerdo y del desacuerdo; y las prácticas de mediación tanto informal como institucionalizada.
En paralelo, se presta atención a las narrativas como prácticas discursivas que articulan de modo nuclear la identidad individual y relacional de sujetos y grupos. Se explora, por un lado, el modo en que los relatos intervienen en las prácticas interactivas (ej. conversación) y de mediación; y, por otro, cómo toda narrativa contribuye a integrar procesos emocionales y de reflexividad en la construcción y proyección de la propia identidad en las esferas pública y privada.