El idolillo. ©José Ortiz Echagüe. VEGAP 2021
Cuidado de la persona
En las sociedades modernas, los ciudadanos han alcanzado grandes niveles de bienestar y de calidad de vida. Este logro ha sido posible fundamentalmente por la consolidación de la democracia, el progreso del conocimiento y el desarrollo de la tecnología, entre otros factores.
Pero lo verdaderamente característico de las sociedades más avanzadas es que protegen a sus miembros más débiles y vulnerables: las personas con enfermedades que afectan su integridad física o mental, las personas migrantes, las personas con diversidad funcional, las personas con menos recursos materiales... Y también a los grupos de edad más frágiles: los ancianos y los menores.
El valor del cuidado implica reconocer la dignidad del ser humano y los derechos del otro; en definitiva, tratarle por lo que es, no por su capacidad productiva. Asimismo, enriquece y da un sentido más profundo a las relaciones.
Recuperar el valor del cuidado ayuda a transformar las sociedades y a humanizarlas, a crear espacios de compasión, empatía y justicia.
Este desafío tiene un gran protagonismo en la Estrategia 2025 de la Universidad de Navarra, que apunta a la investigación en medicina personalizada. Una de las áreas en las que pone el foco es la medicina paliativa, que busca aliviar de forma integral a aquellos que padecen un sufrimiento intenso derivado de una enfermedad grave.