Por primera vez en la historia, el informe Davos de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial (2020) tiene como protagonista al medioambiente. Problemas como la contaminación, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las especies exóticas invasoras, la deforestación, la degradación de los suelos, la sobreexplotación de los recursos naturales, la escasez de agua, la superpoblación, la gestión de residuos o los fenómenos meteorológicos extremos, constituyen las principales amenazas para la sostenibilidad del planeta.
Ya en el año 2009, una treintena de destacados investigadores, liderados por Johan Rockström y Will Steffen, establecieron los denominados límites planetarios, umbrales ambientales que en caso de ser superados podrían ocasionar cambios ambientales abruptos y no lineales a escala planetaria. Desgraciadamente, hoy en día ya se han superado los límites de cuatro de los nueve problemas ambientales identificados: pérdida de biodiversidad, flujos biogeoquímicos (ciclos del nitrógeno y del fósforo), cambio climático y cambios en el uso del suelo, siendo la alteración del ciclo del nitrógeno el límite que más ha sido superado (200%).
A lo largo de la evolución de la Tierra, los principales impulsores de los grandes cambios observados han estado relacionados con procesos naturales: variaciones en la órbita terrestre, vulcanismo, aparición de microorganismos productores de oxígeno, impacto de meteoritos, etc. Sin embargo, los cambios observados a partir de la Revolución Industrial son mucho más agudos y acelerados que los ocurridos en los últimos 400.000 años. Este hecho llevó al premio Nobel de química, Paul Crutzen, a acuñar el término Antropoceno, refiriéndose con él a la era geológica actual en la que el Hombre ha emergido como una fuerza capaz de dominar los procesos fundamentales de la Tierra.
Aunque muchos de los problemas ambientales que hemos mencionado anteriormente son de gran relevancia, realmente todos ellos tienen su origen en la misma causa: las actividades humanas, que ejercen una influencia directa en todas las esferas ambientales (atmósfera, hidrosfera, biosfera y geosfera). Por esta razón, podemos asegurar que el principal reto al que se enfrenta el medioambiente en la actualidad es el denominado cambio global, entendido éste como el conjunto de interferencias e impactos producidos por las actividades humanas en los procesos que determinan el equilibrio del planeta. Estos impactos afectan a los procesos ecológicos esenciales que sustentan la vida en la Tierra, ocasionando pérdidas de biodiversidad, de recursos y servicios ambientales y, en último término, de bienestar social.
Pese a la dramática situación ambiental en que se encuentra nuestro planeta, amenazado a escala global, todavía estamos a tiempo de revertir la situación actual y trabajar por conseguir un mundo sostenible. Ello requiere actuar de forma coordinada y unitaria, adoptar decisiones radicales para transformar nuestro estilo de vida y abordar este problema de manera multidisciplinar y holística. El reto es mayúsculo y requiere la aceptación del problema por parte de los líderes mundiales y una comunicación efectiva a los ciudadanos basada en la ciencia, fomentando la capacidad adaptativa en términos de cambio social.
En esta carrera de fondo que nos toca vivir quizás sea bueno reconocer que el Homo sapiens es una especie más de las que habitan la Tierra. Deberíamos dejar a un lado esa visión antropocéntrica de la naturaleza, aprendiendo a respetar y preservar nuestro planeta, al igual que hacían nuestros ancestros. Por eso se referían a él como Madre Tierra…
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Jesús Miguel Santamaría
Catedrático de Química Analítica, Universidad de Navarra
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.