No es fácil determinar la velocidad a la que actualmente desaparecen las especies en nuestro planeta. Aunque parezca mentira, nos falta todavía mucho por conocer de la biodiversidad de la Tierra. No sabemos con exactitud cuántas especies existen actualmente ni podemos determinar con rotundidad cuándo una especie está realmente extinta.

Somos pocos biólogos para un mundo tan grande y muchísimas especies pueden estar desapareciendo sin que nunca podamos saber que han existido. Sin embargo, no vamos a ciegas en este asunto de la extinción de las especies y la paleontología nos permite arrojar un poco de luz. En los últimos 500 millones de años ha habido cinco eventos destacados en el registro fósil que nos hablan de grandes reducciones en la biodiversidad global, intercalados con largos periodos en los que las especies vienen (especiación) y se van (extinción) de forma natural.

Pues bien, las velocidades o tasas de extinción de mamíferos, aves, reptiles y anfibios calculadas para los últimos 500 años son mayores que las calculadas para las cinco grandes extinciones en masa. Para los mamíferos, la tasa de extinción de fondo (el tiempo que dura en promedio un mamífero en nuestro planeta) está establecida en 1 especie cada 1000 años y en los últimos 400 años esta tasa de extinción se ha multiplicado por 50, llegando a 1 especie extinta cada 16 años.

Estas cifras hay que tomarlas con cautela, pues las extinciones paleontológicas tuvieron lugar a lo largo de cientos de miles o millones de años, mientras que la información que manejamos sobre el estado actual es del orden de décadas o siglos.

Hacer grandes extrapolaciones a partir de periodos de tiempo tan cortos puede acarrear grandes errores de estimación, pero parece estar claro que sí, que nos encontramos en la sexta extinción masiva de especies. Lo que es incontestable es que, a diferencia de los periodos de extinción del pasado, la sexta gran extinción estará causada fundamentalmente por nuestras acciones sobre el medioambiente. Hoy por hoy, hemos alcanzado tasas de deforestación y destrucción del hábitat sin precedentes.

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David Galicia
Profesor del Departamento de Biología Ambiental, Universidad de Navarra
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.