Macrodatos y biodiversidad
La variedad de la vida en el planeta está en crisis: cada vez desaparecen más especies.
Para saber cómo o por qué, procesamos grandes bases de datos de biodiversidad con millones de registros. De ellos obtenemos las pautas de distribución en el espacio y la evolución en el tiempo, y podemos intentar predecir cómo se verán afectadas por los cambios en el medio ambiente.
Para esto, es importante que quienes obtienen los datos los compartan libremente y de forma coordinada. En BIOMA somos proveedores, además de usuarios de datos. La investigación que llevamos a cabo se publica, pero los datos individuales se suministran continuamente a las infraestructuras mundiales de información.
La infraestructura más importante es la Global Biodiversity Information Facility (GBIF), donde nuestras observaciones de campo y los ejemplares archivados en el Museo de Ciencias se unen a los proporcionados por otros laboratorios para constituir la mayor fuente de datos de biodiversidad del planeta, usada continuamente por universidades, centros de investigación, gobiernos y público en general para entender la evolución de la vida en la Tierra.
Un ejemplo es el juego de datos de macroinvertebrados acuáticos: más de 260.000 registros primarios recogidos durante varios años de monitorización biológica de la calidad del agua de los ríos de la Cuenca del Ebro, y que son la mayor base de datos de este tipo que existe en España.
Un ejemplo es el juego de datos de macroinvertebrados acuáticos: más de 260.000 registros primarios recogidos durante varios años de monitorización biológica de la calidad del agua de los ríos de la Cuenca del Ebro, y que son la mayor base de datos de este tipo que existe en España.