Living Labs
Los desafíos ambientales actuales requieren soluciones innovadoras y colaborativas. Es por ello que la Universidad de Navarra ha puesto en marcha el proyecto “Living Labs” con el propósito de promover la colaboración entre estudiantes, investigadores, empresas y la sociedad para co-crear soluciones innovadoras que impulsen la sostenibilidad y eficiencia en el Campus Universitario.
Este proyecto busca abordar desafíos ambientales y sociales a través de la implementación de diversas líneas de investigación que se centran en áreas como la monitorización de la calidad del aire y del agua, la mejora de la biodiversidad, la valorización de residuos, y la promoción de la agricultura urbana.
Monitorización fluvial: Río Sadar
Se centra en la monitorización de las aguas del Río Sadar a medida que atraviesa nuestro campus universitario. Para determinar su estado y sus posibles impactos, se llevarán a cabo tres tipos de acciones.
→ Análisis fisicoquímico
Gracias al equipamiento puntero para el análisis de aguas que posee el Instituto de Biodiversidad y Medioambiente (BIOMA), durante dos años se medirá mensualmente parámetros como el pH, la temperatura o los contaminantes.
→ Biodiversidad dulceacuícola
Para controlar la fauna piscícola se aplicará durante un año una metodología novedosa basada en la utilización de nuevos filtros de e-DNA, cuya eficacia se comparará con los filtros tradicionales.
→ Análisis de genotóxicos
Con objeto de analizar la posible toxicidad de las aguas que atraviesan el río Sadar, se evaluará durante un año la capacidad de dañar el ADN de un número alto de moléculas.
Monitorización de la calidad del aire
El propósito de esta acción es la implementación de una extensa red de sensores en todo el campus universitario, tanto en áreas exteriores como en el interior de edificios, para monitorizar de manera precisa y continua los contaminantes atmosféricos que pueden tener impactos adversos en la salud humana y en los ecosistemas circundantes. Para ello, se ha previsto la instalación de 10 sensores en diversas zonas del campus para la medición de NO2, O3, PM2,5, temperatura y humedad relativa. Además, también se instalará equipamiento en el núcleo central del campus y en una parcela intensiva equipada con una variada gama de instrumentos especializados que permitirán recoger niveles de otros compuestos NO, CO, O3 o incluso polen.
Los datos serán recogidos por expertos del centro DATAI (Datos e Inteligencia Artificial), quienes aplicarán un modelo matemático-computacional para maximizar la eficiencia de los dispositivos y, gracias a tecnologías de inteligencia artificial y aprendizaje automático, desarrollarán modelos de predicción de los niveles de contaminantes atmosféricos, analizarán los factores que intervienen en la distribución de los contaminantes y las variables climáticas, y cuantificarán el impacto de la contaminación y la temperatura en la salud de los ciudadanos y los ecosistemas.
Comunicación de la sostenibilidad
El propósito fundamental de esta iniciativa es fomentar una conciencia ambiental sólida y difundir de manera efectiva los resultados y actividades generados en los Living Labs. Para ello, se organizarán una serie de campañas de comunicación diseñadas para compartir con la comunidad universitaria, los avances significativos y la relevancia de cada una de las acciones implementadas en estos entornos.
Más allá de simplemente informar, la intención es profundizar en la sensibilización respecto a los desafíos ambientales actuales y resaltar el papel fundamental que desempeña la Universidad en la promoción del desarrollo sostenible.
Asimismo, se persigue que todos los miembros de la comunidad universitaria incluyendo profesores, personal administrativo y estudiantes, estén al tanto de las diversas acciones que contribuyen a una mayor sostenibilidad, tanto en el campus como fuera de él. Para ello, se llevarán a cabo actividades como un grupo de discusión dirigida, un concurso de diseño de campañas de comunicación entre la comunidad universitaria, recogida de datos, y medición del impacto de las campañas.
Agricultura urbana
En el marco de los esfuerzos por promover la sostenibilidad y la conciencia ambiental en el campus universitario, esta iniciativa persigue transformar una zona específica del campus en un espacio de experimentación agrícola urbana. El objetivo es crear un entorno donde la tecnología y las prácticas agrícolas sostenibles converjan para generar un impacto positivo tanto en la comunidad universitaria como en su entorno natural. Para llevar a cabo dicha iniciativa se desarrollarán las siguientes actividades:
Se seleccionará una zona adecuada en el campus, de aproximadamente 5 hectáreas, para la implementación del espacio de experimentación agrícola urbana, considerando factores como la exposición solar, el acceso al agua y la disponibilidad de espacio. Se elaborará un diseño detallado que incluya la disposición de los cultivos, la ubicación de sensores y sistemas de riego, y la distribución del huerto urbano. En esta fase, se adquirirán los sensores IoT necesarios para monitorizar las condiciones ambientales, así como sistemas de riego inteligente y otros dispositivos técnicos.
Una vez adquiridos, se instalarán sensores para medir variables como temperatura, humedad del aire, humedad del suelo (microlisímetros), radiación solar y calidad del aire (ver LI4). Estos sensores enviarán datos en tiempo real a una plataforma central. Se implementará un sistema de riego automático que ajuste el riego según la humedad del suelo, optimizando el uso del agua y asegurando un suministro adecuado a los cultivos.
Se realizarán las labores necesarias para preparar el suelo, incluyendo labranza, acondicionamiento y enriquecimiento con nutrientes. A continuación, se sembrarán o plantarán las especies seleccionadas para el huerto urbano, siguiendo las prácticas agrícolas adecuadas. En esta fase se contará con el apoyo del Servicio de Jardinería de la Universidad de Navarra.
Los sensores IoT recopilarán datos en tiempo real sobre las condiciones ambientales y la salud de los cultivos, transmitiéndolos a la plataforma central. Adicionalmente, en esta fase se tomarán muestras de los frutos producidos en el huerto urbano y se analizarán los niveles de micotoxinas para asegurar la seguridad alimentaria. Aprovechando la infraestructura disponible en el Instituto de Biodiversidad y Medioambiente (BIOMA), se llevará a cabo un estudio para la medición de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con las prácticas agrícolas, con el fin de evaluar el impacto ambiental de dichas prácticas.
Se organizarán talleres, charlas y actividades para sensibilizar a la comunidad universitaria sobre la importancia de la agricultura urbana, la tecnología IoT y la sostenibilidad. Los alimentos seguros producidos en el huerto urbano se pondrán a disposición de la comunidad universitaria para su consumo, promoviendo la alimentación saludable y local.
Se analizarán los datos recopilados para evaluar el rendimiento de los cultivos, la eficiencia de los sistemas de riego y el impacto ambiental. La implementación de este plan de trabajo permitirá la transformación exitosa de una zona del campus universitario en un espacio de experimentación agrícola urbana, fomentando la sostenibilidad, la educación y la conciencia ambiental en la comunidad universitaria.
Reforestación con planta mejorada
Este Living Lab tiene como objetivo llevar a cabo una reforestación en diferentes áreas del campus universitario mediante la utilización de técnicas de silvicultura avanzada. Se pretende lograr una integración exitosa de las plantas en el ecosistema y revitalizar el entorno natural del campus. Para alcanzar este propósito, se emplearán métodos novedosos en las distintas fases del proceso de reforestación.
En esta etapa, se realizará un estudio del ecosistema específico destinado a la reforestación. Se identificará la flora potencial, se evaluarán las características geológicas, se analizará la diversidad animal actual o potencial y se considerarán problemas como la contaminación del suelo, plagas y enfermedades. También, se tendrán en cuenta los parámetros climatológicos en la elección de especies y condiciones óptimas para el crecimiento y desarrollo de las plantas. La reforestación se llevará acabo utilizando dos metodologías de trabajo: el empleo de plántulas mejoradas en invernadero y la utilización de “semillas inteligentes”. En el primer caso, se establecerán condiciones ideales para el desarrollo inicial de las plántulas, incluyendo aspectos como el alvéolo, el sustrato y aditivos requeridos en la preparación de las plantas en el invernadero, implementando también la estimulación de repicado para favorecer el desarrollo vigoroso de las plántulas.
El segundo método consistirá en la preparación de semillas peletizadas de diversas especies. Se probarán diferentes recubrimientos con sustancias húmicas, nutrientes, factores de crecimiento e inhibidores de patógenos para asegurar la supervivencia y la integración exitosa de las semillas en el ecosistema. La trazabilidad será una preocupación constante en esta fase, permitiendo un seguimiento preciso de cada plántula o semilla, manteniendo su georreferenciación durante todo el proceso.
En esta etapa, se tomarán decisiones importantes relativas al momento de la plantación y el tipo de preparación del suelo. Se considerarán factores como la escala de la operación (grande o pequeña), microembalses, oasificación, escorrentía-infiltración y el respeto al microrelieve y flora existentes. En el caso de la reforestación con planta mejorada, se aplicará un fertilizante starter de liberación gradual, adaptado a las necesidades iniciales de las plántulas durante los primeros estadios de su ciclo de vida. Esta fase, especialmente relevante en la preparación de planta en invernadero, asegurará el suministro de nutrientes esenciales para un desarrollo óptimo. Además, se incorporarán aditivos específicos diseñados para estimular el sistema suelo-planta. Tres bioactivadores serán evaluados en condiciones controladas, promoviendo el desarrollo radicular, la activación de la microbiota rizosférica y la movilización de nutrientes del suelo. Respecto a las semillas inteligentes, se espera que los tratamientos previos de peletización aseguren la totipotencialidad de las mismas, comportándose de manera similar a las plántulas crecidas en invernadero.
En esta fase, se llevará a cabo la aplicación de fertilización y riego, definiendo el tipo y la periodicidad más adecuados. Se recolectarán datos esenciales para el proceso de seguimiento, re-diseño y mejora continua de la plantación, ajustando las estrategias según los resultados obtenidos. Para comprobar el éxito de la plantación realizada mediante ambas metodologías, de forma periódica se medirán los siguientes parámetros: supervivencia de las plantas, crecimiento, diversidad y composición de especies, cobertura del suelo, estado de la rizosfera, integración de la fauna, incidencia de enfermedades y plagas, estructura del bosque y fijación de carbono.
