Más de 1.000 refugiados ucranianos han llegado a Navarra desde que comenzó la guerra, según estimaciones del Gobierno foral. Entre los muchos retos con los que se encuentran para integrarse, el aprendizaje de castellano es uno de ellos. 

Con este objetivo, Álvaro Sánchez-Ostiz, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, en colaboración con Izaro Díaz, estudiante de Filología; Ana Pestano, estudiante de Educación y Filosofía; y Kateryna Dudko, estudiante de Educación y Psicología, ha puesto en marcha un voluntariado de enseñanza de español a personas refugiadas, a través de Tantaka. Actualmente participan en la iniciativa 35 universitarios.

En el proyecto también se han implicado los estudiantes del Máster en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera (MELE) del Instituto de Lengua y Cultura Españolas (ILCE), que formarán a los voluntarios para que adquieran las nociones básicas para la enseñanza de nuestro idioma.

Las clases han empezado esta semana, con más de 50 alumnos, adultos y niños. El profesor Álvaro Sánchez-Ostiz explica cómo surgió la iniciativa: “Un matrimonio ucraniano, Tamara y Vasyl, que se estableció en Pamplona hace ya veinte años, es muy amigo de mi familia. En los primeros días de la guerra, lograron traer aquí a su nuera y dos de sus nietas, de 4 y 6 años, y Tamara me preguntó si conocía alguien que les diera clase de español. Pregunté en Tantaka, la asociación de voluntariado de la Universidad, y pedí ayuda directamente a dos alumnas, Izaro y Ana, a quienes les encantó la idea y lo difundieron entre compañeros por redes sociales. En una hora había más de 30 estudiantes dispuestos”.

Para canalizar toda esa ayuda, Tantaka solicitó al Ayuntamiento de Pamplona la cesión de unas aulas en el Colegio Público de Iturrama. “La directora del colegio ha acogido la idea con mucha ilusión y nos ha derivado las familias que acaban de escolarizar”, explica Álvaro Sánchez-Ostiz.

Primer día de clases de español con los refugiados

Voluntarios con formación

Los voluntarios están recibiendo formación de los alumnos del Máster en Enseñanza de Español como Lengua Extranjera del centro académico. “Han tenido un taller para diseñar un plan de contenidos, objetivos diferenciados por grupos de niños y adultos, materiales que podamos usar los profesores, estrategias básicas de didáctica… Necesitábamos un mínimo de conocimientos para ayudar de verdad a las familias: se trata de enseñar español para “necesidades inmediatas”, de modo que los mayores se desenvuelvan el tiempo que estén en España y que los niños que se están escolarizando tengan un apoyo extra”, señala.

La iniciativa de ofrecer formación partió de Silvia Aguinaga, profesora del ILCE, y en ella participan los estudiantes Irati Araiz, Carmen Nagore, Sarah Gielink, Leah Rogstad, Mariana González, María Vázquez, Adela Pardo, Henry Hinchey y Marta López-Tamés. Además, desde el ILCE han promovido la campaña “Donate your book!” entre alumnos internacionales que acaban su curso ahora y cuyos libros de español van a servir para estas familias.

Los voluntarios que darán clase de español irán rotando, por lo que se pueden incorporar nuevos alumnos y otras personas interesadas, sobre todo a partir de la última semana de abril, cuando empiezan los exámenes. “Preveo que se van a apuntar más familias y vamos a necesitar más voluntarios que cubran huecos especialmente en los grupos de adultos durante esas tres semanas”, explica el profesor Sánchez-Ostiz. Para colaborar, hay que escribir a Tantaka, que coordina también los aspectos técnicos y legales de las clases: tantaka@unav.es.