La Latina es un barrio que refleja todos los hechos históricos sucedidos en Madrid en todas las épocas sin perder su carácter popular. La edificación del barrio es en su mayoría del siglo XIX, desarrollado en parcelas de antiguos edificios. Por lo tanto, el urbanismo es de calles quebradas, estrechas y las edificaciones de entre 4 y 5 plantas. La plaza de la Cebada se considera el corazón de La Latina, uno de los principales puntos artísticos, turísticos y de ocio del barrio. Pero, desde que el polideportivo construido en 1968 se derrumbó en el 2009, el lugar está decayendo, quedando obsoleto el actual mercado de la Cebada y los espacios públicos, lo cual reduce el espacio negativo entre los edificios.

Por todo ello se propone una nueva actuación inspirada en recuperar el espíritu del Campo de la Cebada y las albercas que ocupaban la zona en tiempos de Santa Maria de la Cabeza y San Isidro (patrón de Madrid), satisfaciendo la demanda de espacios de ocio y centros deportivos del vecindario. Debido a la ubicación del proyecto, en el centro de Madrid, y sus grandes restricciones para acceder en vehículo privado además de querer mejorar la relación entre paseantes y promover los flujos ya existentes, se propone cortar la calle de la Cebada (en la fachada sur del proyecto) para suavizar, favorecer e integrar la plaza con los edificios adyacentes. De esta manera se restringe el uso de coches y se potencia la concurrencia peatonal, el uso de bicicletas y el transporte público.

“Las Albercas de la Cebada” pretende no llamar la atención y diluirse en el entorno, esto se consigue a través de los materiales translucidos en fachada que no riñen con los materiales clásicos de los alrededores, y manteniendo una altura inferior a la de su alrededor. Por lo tanto el proyecto se plantea como un volumen de poca altura, el programa desarrollándose en 3 plantas, planta baja, +1 y -1, de unos 5000-6000m2 cada una, y la cubierta y la planta -2 acogen instalaciones y servicios. El espacio se caracteriza por ser diáfano, con tabiquería ondulada o mobiliario como particiones. También, existen patios de formas geo mórficas que sirven como núcleo de comunicaciones y junto a los taludes ajardinados perimetrales permiten a la luz acceder hasta los últimos rincones. Los dos patios de mayor tamaño acogen rampas helicoidales que conectan de forma diferenciada la planta superior e inferior. 

La planta baja, es una prolongación de la propia plaza, esta se extiende mediante unas plataformas cruzando el foso en 3 puntos hacia el interior del edificio. Es un espacio público en el cual se desdibujan los cerramientos y límites entre interior y exterior. Es una plaza equipada la cual invita al vecindario a utilizarla para acciones efímeras, eventos, exposiciones, mercadillos, zonas de coworking… responde al “urbanismo del evento” un espacio flexible, capaz de adaptarse a su alrededor. Para llevar a cabo esta estrategia se plantea un cerramiento corredero, distintos tipos de pavimento como también topografías orgánicas a lo largo de la planta. 

La planta +1, que cuenta con un voladizo de 7m en todo su perímetro, está destinada a todo el programa relacionado con el mundo del fitness. El anillo de recepción y vestuarios actúan como filtro para dar paso a las salas de espera, consultas de nutrición, rehabilitación y al gran espacio de gimnasio, que engloba un área para gimnasio infantil, un espacio para clases colectivas, zona de boxeo, maquinas, TRX, rocódromo, estiramientos y un trac de correr perimetral…

La planta -1 cuenta también con su propio anillo de distribución, está dividida en tres zonas principales, la zona seca para tratamientos estéticos, zona húmeda para masajes corporales y la mojada, la zona de piscinas y termas. Cabe destacar el ambiente recogido que existe a pesar de tener la fachada acristalada ya que todo el perímetro ajardinado, permite la entrada de luz pero esconde las vistas del interior hacia el exterior.

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