Valdecarros se sitúa al sur de la ciudad de Madrid. Es una ciudad en construcción, en la que se nos asigna una parcela afortunada, en primera línea de equipamientos sociales y servicios y zonas verdes y arboladas.

Además, una gran diagonal verde cruza la parcela y a esto se le da gran importancia, buscando que el proyecto sea uno de los núcleos verdes del barrio. Además, apuesta por ser dinámico y cambiante frente a sus alrededores macizos. Se van tomando decisiones tanto urbanísticas y formales, como climáticas, de cerrarse a las orientaciones norte y oeste y ser permeable a la sur y la este.

El proyecto sirve de núcleo de convergencia social. El uso adicional de la parcela será una residencia de mayores y estudiantes. Este uso se ubica en las dos pastillas que cierran la parcela al Norte y al Oeste. Además, se busca una fusión en el interior del apartahotel, donde se produzca una mezcla, entre todas las partes que lo forman. Con esta decisión espacial y programática, se quiere potenciar la relación entre los huéspedes del edificio.

El diseño del apartahotel ha tenido como prioridad el confort de los usuarios. La distribución se hace en torno a las unidades de habitación. Hay 4 plantas de apartamentos y 4 plantas de habitaciones de hotel. Las dotaciones se van distribuyendo donde no hay alojamientos verticalmente.

Debido a las dos fases de construcción del proyecto, se crea un elemento central de unión, la espina de comunicaciones, que sirve al apartahotel mientras sólo este esté en funcionamiento, y servirá también a la residencia cuando esta se construya en el futuro. La fachada se resuelve con huecos que dan al exterior para la situación intermedia, huecos que posteriormente serán pasos entre un edificio y otro.

Las 3 tipologías de apartamento siguen la misma norma: los espacios principales se vuelcan a la terraza, haciendo a esta el núcleo del hogar, y potenciando esa conexión con la naturaleza y el bienestar del usuario. De igual manera, todas las habitaciones de hotel disfrutan de este espacio exterior privado.

Se implementan medidas pasivas, aprovechando la energía solar que se capta en las orientaciones este y sur, para reducir la necesidad de calefacción y refrigeración mecánicas y disminuir así las emisiones de CO2 al entorno.

En la siguiente sección se puede percibir esa mezcla de usos, combinando alojamiento y dotaciones en todas las plantas y el diálogo entre naturaleza y construcción.

Apostando por una construcción más responsable, se propone una estructura mixta de hormigón armado y madera. El hormigón se usa solamente para ciertos muros, sirviendo así de arriostramientos para el edificio, para el forjado de losa entre los muros, y para el forjado bidireccional del techo del sótano. Por lo demás, las 8 plantas se levantan en madera, combinando muros y forjados de CLT con vigas y pilares de madera laminada encolada.

A continuación, algunos detalles de la estructura de madera, como la unión entre pilares y forjados con placas de anclaje en acero, el nudo articulado entre dos paneles de forjado de CLT o la unión entre muro y forjado de CLT en fachada. También algunos detalles de placas y conectores empleados en muros, y secciones de unión entre la estructura de madera y la de hormigón armado.

En cuanto a la construcción; primero, ese muro técnico de hormigón armado y ladrillo, con forjados de losa y la conexión con el forjado de CLT y el bidireccional. Y segundo, ese paso de muro de sótano a fachada de aquapanel acabada en mortero, y toda su sección vertical detallando el hueco y la cubierta no transitable.

Por último, se define el peto de las terrazas, cómo se incorpora la jardinera de hormigón, así como la conexión entre interior y exterior de las habitaciones. A la derecha, el vaso de piscina de hormigón armado, bajo la cubierta de plots de la planta séptima, con su barandilla de vidrio y la conexión con el muro cortina de los patios.

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