El reciente y acelerado crecimiento del surf en las últimas décadas, junto con su profesionalización, ha llevado en los últimos años a la proliferación de grandes piscinas de olas en ciudades alejadas del mar o del océano. Estas piscinas, que por un lado representan una ventaja para la práctica del surf, han generado un debate social dentro de la comunidad surfista acerca de si realmente ofrecen la misma emoción, adrenalina y competitividad que supone estar en el mar y elegir la mejor ola.

Por otro lado, tras una investigación, se ha identificado que, a pesar de la expansión del surf, todavía no existen centros dedicados exclusivamente al cuidado del desarrollo personal y profesional del surfista.

Estas dos necesidades detectadas constituyen el punto de partida para el desarrollo de este proyecto. Así, comienza a tomar forma una idea que busca conectar ambas dimensiones. Por un lado, se plantea la creación de un centro de alto rendimiento enfocado en el desarrollo personal: un oasis donde los surfistas puedan refugiarse, aislarse y potenciar su crecimiento personal de manera adecuada. Por otro lado, se busca dotar a estos centros de un atractivo único, capaz no solo de fomentar el desarrollo profesional, sino también de generar esa adrenalina y magnetismo necesarios para atraer a surfistas profesionales de todo el mundo.

En el proceso de conceptualización, que se asocia a dos momentos que se producen en el surf, se concluye que no basta con integrar un simple elemento conector entre ambas necesidades.

De esta manera, para lograr un desarrollo equilibrado, es esencial comprender el propio camino del surfista: desde el momento en que entra al mar y establece un diálogo interno, hasta que enfrenta la ola, se exhibe, y alcanza su máximo desempeño profesional. 

Este equilibrio se refleja en dos elementos simbólicos: la línea horizontal, que representa la constancia, la calma y el oasis; y la línea vertical, que simboliza la competitividad, la emoción y la adrenalina.

Como primer acercamiento, se desarrolla un tanteo programático que diera forma a este objeto.

Para entender el objeto es necesario contextualizarlo. El proyecto se ubica en el Centro de Negocios de Madrid Nuevo Norte, concretamente en el parque, una localización que ofrece oportunidades económicas, diversidad de usos y coherencia con los conceptos clave. La línea vertical se integra en el paisaje de rascacielos, destacando en el mayor desarrollo arquitectónico de Europa y símbolo de esa competición busca ser la mejor arquitectura del lugar, mientras la línea horizontal, símbolo del oasis, se funde en el parque, accesible solo al acercarse.

Para evitar que el objeto sea una barrera física, se eleva la planta baja, generando permeabilidad con el parque. Esta solución requiere núcleos verticales que sostienen la estructura y funcionan como accesos principales.

La estructura y construcción toma un papel muy protagonista en toda esta composición. 

La estructura principal de hormigón armado, compuesta por grandes vigas y pantallas, se complementa con vigas de acero en los forjados de losa y chapa colaborante y elementos de refuerzo en forma de cruces de San Andrés. La envolvente, optimizada para reducir la demanda energética, utiliza estrategias de ventilación, sombreamiento y selección de vidrios adaptados a cada orientación.

La envolvente y su funcionamiento climático se basan en un estudio, donde, mediante cálculos y simulaciones, se optimizó la reducción de la demanda energética en envolventes de vidrio, utilizando estrategias de ventilación, sombreamiento y selección del vidrio según la orientación.

Una vez definido el objeto, se desarrolla un programa interior flexible y diáfano, sin elementos que interfieran en la circulación, permitiendo adaptarse a necesidades futuras. La planta baja refuerza la conexión con el entorno, abierta y permeable, mientras que la primera planta alberga residencias y espacios de bienestar. En la torre, se concentran las áreas dedicadas al desarrollo económico y deportivo, impulsando un crecimiento completo y equilibrado para el surfista, acorde a la evolución prevista en esta disciplina.

En definitiva, la imagen busca representar cómo el lugar, enfocado en el desarrollo personal y profesional del surfista, mantiene siempre el propósito final: lograr una conexión total con la piscina, visible a lo largo de todo el recorrido, y reafirmar el objetivo de esa estancia, sin olvidar el fin último de la misma.

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