"El euroescepticismo es más un movimiento de cultura, sensibilidad y autoafirmación. Y no creo que dé al traste con el sueño de una Europa unida". Así lo manifestó Elvira Martínez Chacón, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Navarra, a raíz del curso "La Unión Europea. Cuestiones económicas de actualidad", organizado por el Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Navarra hasta el 2 de marzo.

La experta reconoció que la unidad política de los países de la Unión Europea "siempre será muy difícil", aunque subrayó que "logros impensables como la orden de busca y captura o la policía común evidencian que la Europa que tenemos ahora es mucho más Europa que hace unos años". Por ello, restó importancia a las reticencias del Reino Unido frente al euro, "pues también les costó mucho superar las dificultades que suponía el uso del sistema métrico y ya lo están utilizando".

Por otra parte, la profesora Martínez Chacón ensalzó el capital humano de los 13 países que aspiran a entrar en la Unión Europea, debido, en su opinión, a su buen nivel educativo. No obstante, desmintió que el PIB resultante de las incorporaciones ponga en peligro la supremacía económica estadounidense: "Me parece que, para plantearse competir como potencia con EE. UU. son necesarias bastantes negociaciones políticas", dijo en referencia al aumento de la beligerancia y del peso geoestratégico de este país como consecuencia del 11-S. "Hablo de un refuerzo político que irá creciendo en la medida en que las instituciones económicas también se vayan fortaleciendo", indicó.

Globalización como posibilidad

Elvira Martínez Chacón definió la globalización como "posibilidad inmensa de superar un estado de subdesarrollo para aquellos países que pretenden salir de su postración". Además, citando un símil del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, lamentó que ese tren de alta velocidad circule por estados sin infraestructuras preparadas para recibirlo. "Normalmente, hablamos de estados riquísimos que se arruinan por problemas internos como los desastres naturales, la corrupción y las guerras intestinas", concretó la experta, quien admitió que los países desarrollados "no están del todo volcados. ¿Qué país quiere figurar como interventor en la política interna de otro país en desarrollo? Ninguno, pues supondría una mala prensa para dicho estado", sentenció.

Finalmente, la economista de la Universidad de Navarra alertó sobre la mafia y el crimen organizado como fenómenos globalizados, "lo que hace más difícil combatirlos si no se usan instrumentos de alcance global. Me estoy refiriendo a actos como los realizados por grupos terroristas, que requieren una respuesta unánime de los países democráticos, dentro del Estado de derecho", apostilló la profesora, quien abogó por mayores acuerdos en la legislación internacional.