Al abordaje... de la inclusión social

Vestidos con atuendos piratas, los estudiantes de 4º curso de los grados dobles de Pedagogía y Magisterio en Educación Primaria e Infantil, así como del grado de Pedagogía de la Universidad de Navarra, recibieron a los siete alumnos del Programa Currículo Adaptado (PCA) de la Fundación Illundain y juntos disfrutaron de una serie de actividades como parte de un proyecto que busca la inclusión educativa y laboral de personas en situación vulnerabilidad. 

El proyecto, denominado Confianza y Avanza, buscaba fomentar el desarrollo personal a través del trabajo en equipo, ayudando a potenciar la confianza en cada uno de los estudiantes y en sus relaciones interpersonales. Las actividades propuestas en este proyecto, “estaban específicamente diseñadas para estimular el aprendizaje en un entorno seguro y de apoyo”, explica Lucía Irigoyen, estudiante de cuarto curso del Grado de Magisterio en Educación Primaria y Pedagogía de la Universidad de Navarra y miembro del comité de comunicación de la actividad. 

Así, el alumnado del PCA de la Fundación Illundain se embarcó en recolectar, a través de los ejercicios propuestos en una gincana, las piezas necesarias para completar la actividad diseñada por los estudiantes de la Facultad de Educación y Psicología. 

Para Lucía, el mayor reto al que se enfrentaron fue “adaptarnos y comprender la realidad de los alumnos que venían”. Además, “a última hora nos enteramos de que venían la mitad de los alumnos que pensábamos y uno de ellos en muletas. Tuvimos que poner todos de nuestra parte para cambiar de cierta forma la dinámica y conseguir que todos se sintieran incluidos y cómodos. Además de los impedimentos físicos de este alumno había otros que tenían dificultades con el lenguaje y todos nos esforzamos para que no se sintieran rezagados y pudieran participar en todas las actividades”. Este hecho supuso un aprendizaje porque “hasta que uno no se pone delante de ellos no es realmente consciente de cómo pueden llegar a pensar, cómo se pueden sentir o cómo pueden reaccionar, por lo que hay que estar abierto a cambiar el discurso y los planes en cualquier momento”.
 

Una actividad con sello Aprendizaje-servicio
Toda esta jornada forma parte de un proyecto que se desarrolla como parte  de la asignatura Fundamentos y estrategias de la acción socioeducativa II. 

En ella, los 34 alumnos que forman parte de ella se han unido por comités para trabajar las diferentes facetas de las que consta la actividad. “El objetivo de esto es unir el aprendizaje de los contenidos de la asignatura con el compromiso social por la inclusión educativa y social”, afirma la profesora e investigadora de la Universidad de Navarra Sarah Carrica. 

“Esta actividad nos ha ayudado a todos a darnos cuenta de que lo que hacemos en clase realmente puede llegar a tener un impacto en otras personas, que es realmente para lo que nos estamos formando. Nos ha dado un empujón muy importante a la hora de confiar en que todo lo que aprendemos son granitos de arena que luego nos ayudarán a enfrentarnos a cualquier situación. Y, más importante todavía, me ha ayudado a darme cuenta de lo importante que es el trabajo en equipo, y a confiar en el trabajo de los demás, porque aunque no pudiera tener bajo control todo lo que estaba trabajando cada grupo se que todo ha contribuido a sacar adelante este proyecto”, reflexiona Lucía Irigoyen.

Tal y como explica la profesora, esta actividad, que se inició en 2015, comenzó con la intención de trabajar con el alumnado de la Facultad de Educación y Psicología cómo diseñar proyectos de intervención socioeducativa. “Dado que la asignatura se cursa en 4º de carrera, se consideró oportuno no solo aprender a diseñar un proyecto de estas características, sino a desarrollarlo y evaluarlo”. Para ello,  añade Carrica,  la metodología de Aprendizaje-servicio resultó adecuada. Nueve años después, la actividad se sigue manteniendo como una colaboración entre dos instituciones educativas por la inclusión educativa y social. “Y es que, los profesionales de ambos ámbitos, constatamos año tras año, que alcanzar los objetivos de la asignatura no es el objetivo, sino la excusa para un sin fin de aprendizajes personales y comunitarios que ese día surgen en ambos grupos de estudiantes”.