La inactivación de una proteína detiene la progresión de enfermedad de Parkinson y mejora la función motora en un modelo animal
Investigadores del Cima Universidad de Navarra sugieren que la inhibición de FKBP51 abre una vía a nuevas estrategias terapéuticas para los pacientes

FotoManuel Castells
/Elvira Rojas, Rosario Luquin, María Serena, Mar Cuadrado-Tejedor, Irene Marcilla, Marta García-Gómara, Alberto Pérez Mediavilla, Ana García-Osta y Maria Espelosín
10 | 04 | 2025
Investigadores del Cima Universidad de Navarra y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra han demostrado que la inhibición de una proteína, cuya expresión aumenta con la edad y con el párkinson, detiene la progresión de enfermedad y mejora la función motora en un modelo humanizado de esta patología.
La enfermedad de Parkinson es el segundo trastorno neurodegenerativo más común en humanos. Afecta a funciones motoras y no motoras y sus síntomas pueden manifestarse en distintos órganos, incluyendo alteraciones cognitivas y problemas gastrointestinales. Su principal característica es la pérdida progresiva de neuronas dopaminérgicas, que contienen un pigmento llamado neuromelanina.
A pesar de los avances en el desarrollo de terapias que controlan los síntomas, no existen estrategias para prevenir o ralentizar la progresión de la enfermedad. “Por lo tanto, es fundamental impulsar estudios orientados a identificar nuevos tratamientos neuroprotectores para estos pacientes”, explican las Dras. Ana García-Osta y Mar Cuadrado-Tejedor, investigadoras del Grupo de Terapia Génica para Enfermedades Neurodegenerativas del Cima.
El equipo científico ha desarrollado un modelo de ratón que replica los mecanismos moleculares presentes en el cerebro de los pacientes con enfermedad de Parkinson, como es la acumulación de neuromelanina. “Nuestros hallazgos indican que el proceso de envejecimiento aumenta la susceptibilidad de las neuronas dopaminérgicas a la acumulación de este pigmento, lo que incrementa el riesgo de enfermedad”, comenta la primera autora del trabajo, Marta García-Gómara. Los resultados se han publicado en la revista científica Molecular Therapy.
Nuevas estrategias terapéuticas
En este modelo experimental, las investigadoras han identificado una proteína, FKBP51, cuya presencia aumenta notablemente con el envejecimiento y en cerebros afectados por la enfermedad de Parkinson. Este hallazgo la señala como una nueva diana terapéutica. “FKBP51 participa en el plegamiento de proteínas, y su sobreexpresión se ha asociado a procesos de neuroinflamación. En nuestro estudio, observamos que su inhibición protege a las neuronas dopaminérgicas, reduce la neuroinflamación, mejora la función motora y frena la progresión del Parkinson. Por lo tanto, abre la puerta a nuevas alternativas de tratamiento”, explican las autoras del estudio.
Tras estos prometedores resultados, el equipo del Cima trabaja ahora en el diseño de moléculas específicas capaces de inhibir o reducir los niveles de FKBP5, con el objetivo de que lleguen al cerebro en concentraciones terapéuticas efectivas.
Los resultados de este estudio, realizado en el marco del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA), ha contado con financiación de la Unión Europea y del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
Referencia bibliográfica
• Molecular Therapy. 2025 Mar 5;33(3):895-916. doi:10.1016/j.ymthe.2025.01.049.