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"En Chile hacemos un trabajo muy satisfactorio y nos sentimos muy valorados como arquitectos"

Arantxa Satrústegui e Iker Ordoño trabajan desde 2012 en MasFernandez Arquitectos

18/02/13 16:51 Isabel Solana
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De izquierda a derecha y de arriba abajo: Arantxa Satrústegui, Iker Ordoño, Felipe Fuentes, Cristóbal Fernández y Andrés Más. FOTO: Cedida

En su último año de carrera, Arantxa Satrústegui e Iker Ordoño, graduados de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, dieron vueltas a la idea de buscar en el extranjero una oportunidad profesional. Ésta llegó de la mano de MasFernandez Arquitectos, en Chile. Aseguran que la experiencia está resultando inmejorable y están encantados con la idea de seguir aprendiendo y desarrollándose como arquitectos en el país latinoamericano.

¿Cómo está resultando la experiencia en Chile?

Muy buena. Empecé trabajando en MasFernandez Arquitectos en julio de 2012 y de momento sigo aquí y con planes de quedarme bastante tiempo. Además, tuvimos la suerte de que el estudio necesitaba más arquitectos por esas fechas, y después de una entrevista, decidieron contratar a mi novio, Iker Ordoño, que también vino a Chile buscando trabajo. De hecho, acabamos de obtener la visa de residencia temporaria que dura un año y seguro vamos a aprovecharla.

En lo profesional, la experiencia está siendo inmejorable. El trabajo que hacemos es muy satisfactorio, nos sentimos muy valorados como arquitectos, participando en todas las fases de un proyecto y aprendiendo muchísimo y muy rápido. Además, el ambiente en el taller es genial, así que no tenemos nada de lo que quejarnos y sí muchas cosas por las que sentirnos afortunados.

¿En qué proyectos estáis colaborando Iker y tú?

Hemos tenido mucha suerte encontrando esta oficina, porque desarrollamos un trabajo en equipo en el que cada uno de nosotros se encarga de llevar a cabo sus propios proyectos, siempre con el apoyo de los demás. Lo mejor es que desde el principio han confiado en nosotros para todo, a pesar de que acabábamos de salir de la escuela y no teníamos mucha experiencia.

Por eso, ahora mismo estamos desarrollando constructivamente dos pequeños proyectos comerciales que empecerán a construirse en un par de meses, voy a reuniones de coordinación con los especialistas, hablo con los clientes, me encargo de temas municipales, de hablar con proveedores... Además, al mismo tiempo, desarrollamos otros proyectos que van llegando al estudio y participamos en los concursos a los que se presenta la oficina.

¿Os costó mucho tomar la decisión de buscar nuevas oportunidades profesionales en el extranjero?

La verdad es que la decisión de venirnos a Chile la tomamos en una semana. Llevábamos todo el curso pasado pensando en salir fuera y, de hecho, Santiago era uno de los destinos que teníamos en mente, tanto por la buena reputación de su arquitectura como por las oportunidades que ofrecía venir a Sudamérica. Además, sabíamos que Chile es un país muy especial con algunos de los lugares naturales más espectaculares del mundo. 

¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar en MasFernandez Arquitectos?

Recibí una oferta de prácticas aquí a través de la Universidad y decidí probar suerte y mandar mi portafolio. Esto fue en febrero más o menos, pero no fue hasta finales de mayo cuando me dijeron que me habían seleccionado para el trabajo. Así que, como querían que empezara a principios de julio, no lo pensamos ni un par de días y dije que sí. Hemos tenido mucha suerte con todo lo relacionado con el trabajo, la oficina, los compañeros y los jefes. Seguramente Santiago no es cómo imaginábamos pero la verdad es que vivimos muy a gusto aquí, estamos en una zona bonita de la ciudad cerca del trabajo, hemos hecho varios amigos con los que pasamos buenos ratos y, además, hemos podido hacer varios viajes para ver algunas de las zonas más espectaculares del país.

¿Qué tal os habéis adaptado a la ciudad?

El estilo de vida en Santiago es más diferente al de España de lo que nos imaginábamos, pero el cambio no ha sido tan brusco gracias al idioma y a que la gente ha sido muy acogedora con nosotros.

¿Qué otras experiencias profesionales tuviste antes de ir a Chile?

Justo en el momento en el que me dijeron que me habían elegido llevaba tres semanas trabajando en el estudio Taller Básico en Pamplona. Hablé con ellos sobre la oportunidad de venir a Chile y me animaron a no desaprovecharla, así que no pasé mucho tiempo con ellos. Además, durante los últimos dos años, había estado trabajando en la Universidad como ayudante en los departamentos de estructuras y proyectos.

¿Qué planes tienes para el futuro?

Creo que por ahora, una vez que nos han concedido la residencia temporaria tanto a Iker como a mí, me veo unos años más en Chile, sobre todo porque no queremos desaprovechar la oportunidad de aprender y desarrollarnos como arquitectos que nos están dando en el estudio. Después de eso, estamos abiertos a todo, a quedarnos aquí si seguimos contentos o a mudarnos a otro lugar buscando nuevas experiencias, pero siempre dentro del ámbito del desarrollo de proyectos de todo tipo. También tengo pensado seguir estudiando algo más, pero dentro de unos años, solamente cuando tenga decidido realmente el marco en el que me gustaría mejorar, y el lugar en el que me gustaría hacerlo.

¿Qué es lo que más destacas de la formación que has recibido en la Escuela?

La verdad es que en estos meses en el estudio me he dado cuanto de que la formación que he recibido en la escuela es buena y me siento bien preparada para el trabajo de arquitecto en casi todos sus aspectos. Además todas las horas que hemos metido estos años, trabajando para todas las asignaturas, realmente te enseñan a ser eficiente y sacar las cosas adelante de la mejor forma posible.

Lo que más destacaría es la capacidad de reflexión y de pensamiento crítico que hemos obtenido estos años. La arquitectura es más que diseño, es la disciplina que permite crear espacios para que la gente viva y se desarrolle en ellos, así que desde el edificio más pequeño, creo que siempre se debe intentar de alguna mejorar el entorno y la ciudad, pensando en las personas que finalmente van a ocupar esos espacios. Además, el sistema de enseñanza de la escuela nos da una formación integral, tanto en capacidad de reflexión y proposición como en los conocimientos técnicos y constructivos para que esas ideas se conviertan finalmente en espacios reales.

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