"Trabajar online facilita el contacto con clientes de cualquier parte del mundo"
Fernando Lecanda, David Garraza, Diego Vega y Fernando Zaiter, graduados de Arquitectura, han creado Ant Atelier, una empresa de servicios de fotografía e imagen virtual
Fernando Lecanda, David Garraza, Diego Vega y Fernando Zaiter, graduados de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, son los creadores de Ant Atelier, una empresa de servicios de fotografía e imagen virtual.
Tal y como explica Fernando, con "trabajo, entusiasmo y dedicación", poco a poco van sacando adelante este proyecto profesional, que constituye su primera experiencia como emprendedores.
http://www.antatelier.com/ (web)
http://issuu.com/antatelier/docs/atelier (revista)
¿Quiénes componéis Ant Atelier?
Somos David Garraza, Diego Vega, Fernando Zaiter y yo (Fernando). David es un auténtico experto en imágenes virtuales creadas con el ordenador, y Diego y Fernando son dos cracks del mundo de la fotografía. Yo me encargo de la coordinación y de la interlocución con los clientes y con instituciones sobre posibles trabajos y ayudas. Además, realizo el modelado y los carteles.
De todas maneras, mantenemos una estrecha colaboración y los cuatro podemos trabajar en cualquiera de las ramas en las que nos manejamos. De hecho, ¡menos mal que es así!
¿Cómo nació este proyecto?
Surgió de la puesta en marcha de dos proyectos por separado, uno dedicado a la imagen virtual y otro a la fotografía. Consideramos que ése es nuestro potencial: manejar dos técnicas muy complementarias.
¿Qué tipo de encargos realizáis?
Ofrecemos servicios externos de infografía, fotografía, maquetación... En definitiva, nos centramos en la imagen, que resulta tan importante hoy en día. En un principio, nuestra idea era enfocarnos a estudios de arquitectura que no pueden realizar este tipo de trabajos por falta de personal cualificado propio, pero poco a poco vemos que podemos dirigirnos a un mercado más amplio. También hemos contactado con varios estudios del extranjero, ya que afortunadamente hoy en día no existen las distancias. Trabajar online facilita el contacto con clientes de cualquier parte del mundo.
¿Qué apoyos estáis recibiendo en estos primeros pasos de la empresa?
Es muy difícil poner en marcha una empresa -más en estos tiempos- pero para eso nos metimos: para ver cómo funciona una empresa y aprender a superar obstáculos. Lo bueno es que nuestro proyecto requiere muy poca inversión inicial, ya que tenemos todas las cámaras, objetivos y ordenadores necesarios. Además, no requerimos un espacio de trabajo físico de momento, ya que nos manejamos vía Internet. En cuanto a los apoyos, agradecemos el de nuestros amigos y familiares, que es el que más nos vale. Aparte, cabe mencionar la confianza de Fundación Empresa-Universidad de Navarra (FEUN) y de algunos profesores de la Escuela. También te anima también a seguir.
¿Recomiendas el ‘autoempleo' a los jóvenes licenciados para hacer frente a la crisis?
Cada uno tiene que ver cuál es su sitio. El autoempleo requiere mucho esfuerzo que quizás no vaya a ningún lado. En nuestra opinión, para que algo de este estilo salga adelante necesita una buena base y eso cuesta trabajo, entusiasmo y dedicación.
¿En qué otros proyectos profesionales participas?
Los que me conocen saben que no puedo parar. Colaboro en diferentes proyectos en i3Arquitectos en Getxo y estoy haciendo mi primera reforma -por mi cuenta- de un piso pequeño en Madrid. Estoy aprendiendo un montón de grandes profesionales a los que quiero agradecer la confianza que han puesto en mí.
Aparte de eso, y aunque no sea remunerado, estoy orgulloso de formar parte de la revista digital BlogARQ, que llevamos 10 compañeros de clase desde hace un año y que está teniendo una gran acogida en España y Sudamérica. Es otro gran método de formarse y conocer gente del sector.
Como arquitecto, has hecho prácticas en Noruega e India. ¿Qué destacas de estas experiencias?
Ambas fueron muy distintas y resultaron muy bien. El viaje a India fue inolvidable: Guillermo Bernaola y yo estuvimos en SAMArch Design Studio y aprendimos mucho de una cultura arquitectónica totalmente diferente, en un país en el que hay mucho por hacer.
El estudio de Noruega era mucho más conocido: Helen & Hard, medalla de plata en la Expo de Shangai por el pabellón de Noruega, dos veces ganador del Mejor edificio de Noruega y nominado al premio Mies Van der Rohe en 2013. Fue una pena no poder estar allí más tiempo.
Ambas experiencias, junto con la que he adquirido sobre cómo se trabaja aquí, me permiten tener una visión muy amplia. En todas he aprendido mucho en lo profesional, pero muchísimo más de lo humano. Conocer gente diferente siempre es de provecho.
¿Siempre tuviste claro que querías ser arquitecto?
Desde pequeñito quería ser ‘carpintero', como mi abuelo. Con la edad descubrí que mi abuelo era ‘carpintero de casas', es decir, arquitecto, y mantuve -y mantengo- mi ilusión. No es un momento fácil para empezar arquitectura, pero decantarme por ella una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.
¿Qué es lo que más valoras de la formación que recibiste en la Escuela?
La capacidad de poder con todo. Creo que el ‘no llego' ya no existe. También he aprendido a disfrutar con cada cosa, aunque creo que eso me viene de más atrás...