“Si hubiera que poner un epíteto a Cervantes, sería ‘príncipe de la libertad’”, afirmó en la Universidad de Navarra Ignacio Arellano. El director del Grupo de Investigación Siglo de Oro (GRISO) explicó que la excelencia literaria de este autor reside en una obsesión de la que habla en todos sus textos: “Las aventuras de El Quijote son un ejercicio de libertad, de poder ir a cualquier parte en una misión de búsqueda”.

Con dicha reflexión clausuró el Congreso Internacional ‘Cervantes, su obra y su tiempo. Cuarto centenario (1616-2016)’, celebrado en la Universidad de Navarra y donde participaron más de 80 investigadores de 17 países. El encuentro fue organizado por GRISO en colaboración con el Instituto de Estudios Auriseculares (IDEA), y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.

Arellano señaló que un clásico nunca se agota porque pertenece a su época y, a la vez, a todos los tiempos. Según el profesor, la literatura consiste en un contrato entre el escritor y el lector. Aunque el libro sea el mismo, la parte lectora cambia constantemente por lo que siempre hay algo nuevo que ver, que decir y que aprender. “Nosotros leemos desde nuestra perspectiva, que es distinta a la que tuvieron por ejemplo los románticos. Nuestro oficio es mantener activo todo lo que Cervantes nos ha ofrecido”, indicó.

La vigencia del escritor como referente en la literatura hispánica continúa asimismo en la cultura universal. El profesor recordó que El Quijote fue un ‘best seller’ en su momento y, apenas dos años después de la publicación de la primera parte, en pueblos del Perú ya se hacían mascaradas con las figuras de sus protagonistas. “Cervantes tuvo una perspectiva bastante global. El XVII fue un siglo clave en la formación no solo de la cultura española, sino de medio planeta. Fuimos un mismo mundo”, sostuvo.

Respecto al aniversario coincidente con Shakespeare, el experto reconoció que “el centro del imperio ha cambiado y la cultura anglosajona es dominante, por lo que es leído y conocido en todo el mundo”. Sin embargo, aclaró, las comparaciones carecen de sentido porque ambas figuras son insuperables.

Por último, el director de GRISO destacó sobre el Congreso Internacional: “No es una puesta en valor ni lo necesitaba Cervantes, sino un reconocimiento en beneficio para nosotros, que estudiamos y disfrutamos su obra”. Así pues, el grupo afronta el objetivo de expandir sus estudios en Hispanoamérica. Para ello ha creado junto con otras universidades americanas la Sociedad Iberoamericana Siglo de Oro, que empezará a funcionar el próximo año. “Estamos desarrollando proyectos de investigación, recuperación de patrimonio y organización de congresos en lugares emblemáticos de nuestra historia común”, adelantó.