“A mí me llegan propuestas de diversas marcas. las pruebo antes y elijo trabajar con las que más me identifico. No hago nada que no me guste por dinero, no quiero engañar a nadie. Esto mantiene también mi valor como influencer”. Así lo afirmó ayer Marta Pombo, conocida influencer y cofundadora de la marca Tipitent, que participó en una sesión del Club de Marketing y Ventas de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra.

Pombo asegura que “ser lo más transparente y normal” es su filosofía, aunque reconoce no publicar las experiencias malas que tiene en el día a día “como cualquier otra persona con un perfil cerrado también haría”. Para ella, la parte más dura de las redes es la pérdida de privacidad: “Yo he dado la mía”, confiesa esta joven de 24. En esa línea, la influencer achaca su éxito en las redes sociales a un posicionamiento de marca personal “natural y espontáneo”.  

La actual embajadora de Clinique considera que las marcas las han tratado muy bien. “Me han enseñado a cuidarme, lo que agradezco muchísimo. El hecho de disfrutar la relación la hace más verdadera aún; la enfocamos juntos”. Con respecto al contenido que comparte para las marcas, Pombo matizó que estas le especifican el timing para subirlo, así como el briefing del que coger inspiración. “Hay un plan de contenidos, la obligatoriedad de que en tu vida pasen cosas relevantes para la gente”, aseguró Pombo. Ante la pregunta ¿Te gusta que te llaman influencer?, Marta lo tiene claro: “Sí, es lo que soy”.