El IESE de la Universidad de Navarra organizó en Madrid y Barcelona la sesión del Programa de Continuidad "Retribución y dirección: hacia una mayor flexibilidad", en la que las profesoras Nuria Chinchilla y Mireia Las Heras presentaron las principales conclusiones de varios estudios que el Centro Internacional Trabajo y Familia (ICWF) del IESE, Mercer y Edenred  han realizado a lo largo de este año.

Las investigaciones han arrojado interesantes datos sobre las medidas de flexibilidad que las empresas han introducido en sus políticas de retribución durante los años 2008 y 2009. "En momentos de crisis como el actual, las empresas han optado por la flexibilidad", explicó la profesora Las Heras. Muchas compañías han apostado por ofrecer a sus empleados seguros médicos, de vida o accidente, planes de pensiones, cheques comida o la posibilidad de trabajar desde casa. El caso del teletrabajo es especialmente significativo, duplicándose en los dos últimos años. "Hay sectores que apuestan especialmente por esta medida flexible que permite conciliar vida laboral y familiar, como en el sector servicios, finanzas y seguros, en el que este tipo de medida ha pasado de un 9% a un 23%".

Las formas de retribución flexible consiguen fidelizar al empleado y aumentan la satisfacción laboral. "Un entorno flexible facilita el compromiso y rendimiento de los empleados, reduce el absentismo y ayuda a mejorar los resultados", concluyó la profesora Las Heras.

Nuria Chinchilla, directora del ICWF, recordó que las empresas que fomentan esta flexibilidad son consideradas empresas de "alto crecimiento profesional y familiarmente responsables". "De esta forma -añadió- el trabajo también enriquece a la familia. El empleado siente que la organización se compromete con él y, su grado de compromiso con el trabajo aumenta, ayudando a mejorar el rendimiento de la empresa".